Quizá hoy sea el día más descansado de los 22 que ya llevamos aquí. Estuvimos duerme que duerme. Nos levantamos a las 10 y luego yo me sentía muy cansado (que ahora que lo pienso, probablemente se deba a la poca comida y por ende, poca energía que tenemos) me dormí otras dos horas y media. Salí por el periódico al kiosco que está aquí a unos pasos hacia donde está el parque de San Isidro.
Ro, Gabo y yo salimos luego a pasear por el barrio, por otro lado del de ayer y conseguimos soya, que aquí es soja y sabe horrible, no como la que estamos acostumbrados allá. La compramos en una tienda china, de chino, y para chinos... o sea que tal vez ese sea su sabor original....
Luego seguimos descanse y descanse. Ro durmió. Yo acabé el libro del Atleti y ya en la noche jugamos chinazo. Ro ganó porque hizo chinazo al final entonces todos tuvimos muchísimos puntos, entonces al coro de Clau, Gabo y yo, no nos quedó de otra más que repetir como si fuéramos Gargamel en los Pitufos: Cómo odio los chinazos!