El llamado Circulo Mágico de Arcos de la Frontera en Cádiz es uno de los puntos enigmáticos del legado Sufí, en su vertiente esotérica del Islam durante el periodo musulmán en Andalucía. Con una gran carga de energía, tanto telúrica como igualmente cósmica, le hace en sí, muy peculiar en su género, dentro de los clasificados círculos mágicos arqueológicos del planeta.\n\n\n\n \nBajando la escalinata, delante de la iglesia mas importante de Arcos se encuentra el "Círculo Mágico" con su doce piedras rojas y doce blancas. Las blancas llevan marcadas distintas constelaciones cuyos agujeros en la loza estuvieron rellenos de plomo en su momento de mayor esplendor. Todavía las gentes del pueblo recuerdan cuando se traía a un niño a la iglesia para el bautismo, sus padres solían llamar a un exorcista para que librase al bebé de espíritus malignos dentro de este círculo protector. Indudablemente este era un lugar sagrado en la época musulmana. \n\nOriginariamente el círculo se encontraba en el interior del recinto de la antigua mezquita, hoy día la Basílica Menor de Santa María de la Asunción. Ante los temores fundados de que la Santa Inquisición iba a destruirlo, gentes implicadas y lucidas decidieron trasladarlo al exterior logrando que pasara como un simple adorno urbano mas del entorno, salvándose así de la piqueta y fundamentalismo religioso de aquel entonces, cuyo celo arrasaba gran parte de las manifestaciones religiosas que le habían precedido y rezumaran peligro a su credo. \n\nPie de Foto: Constelación de Orión y sus tres estrellas en el mosaico blanco\n\n\n El Islam heredó directamente de la antigüedad griega, junto con la ilustración clásica, la astrología y la alquimia que se incorporan a los estudios europeos, también dentro del saber árabe se difundieron los conocimientos mágicos judíos. No nos extraña entonces que en la tradición islámica la forma circular sea considerada como la más perfecta. Entre los sufíes se representaba a Dios con un círculo, tal vez por influencia neoplatónica. \n\nLos creadores del Circulo Mágico de Arcos de la Frontera entendían que el círculo son las cuatro funciones de la consciencia: pensar, sentir, intuir y percibir. Para ellos, el cuadrado era la expresión geométrica de la «cuaternidad» (combinación y ordenación regular de cuatro elementos), encarnando lo antidinámico, lo quieto, la estabilización de la perfección y su superposición nos muestra las relaciones entre cielo y tierra, además los cuatro elementos, las cuatro estaciones, las cuatro edades de la vida, pero sobre todo, los cuatro puntos cardinales suministrando orden y fijeza al mundo. Esto no les impedía captar el carácter femenino que suele atribuirse al cuadrado como símbolo preferentemente de la tierra, en oposición al carácter masculino que se advierte en el círculo. \n\nPie de foto: El autor de este estudio dentro del círculo permite ver su tamaño comparativo\n\nSiguiendo la aproximación a la comprensión del Circulo Mágico, la persona que se coloca dentro de él se asimila al impulso y al movimiento vertical, que corresponde por su significado analógico de lo espacial y lo moral, al impulso de espiritualización. Mientras la horizontalidad de la misma persona dentro del círculo mágico con los brazos extendidos por oposición a la vertical del cuerpo, alude la serenidad, la quietud, lo estable, el cobijo, la no búsqueda.\nSon muchas las cosas que nos dice y enseña el Circulo de Mágico de Arcos de la Frontera, por ejemplo que representa ante todo, el tiempo: sin principio ni fin, como una sucesión continua e invariable de instantes, idénticos unos a otros. Es un punto o centro extendido y participa de su perfección. Es emblema solar, igualmente tiene correspondencia con el número “10”, personificando el cielo y la perfección o incluso la eternidad. Su centro es el Principio y lo Real Absoluto, por tanto el Centro de los centros no puede ser otro que Dios. También es el centro, lugar de coexistencia de fuerzas opuestas, el lugar de energía más concentrada. \n\n