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Más nieve artificial
Desde hace ya muchos años, las estaciones de esquí han asumido dirigir parte de sus inversiones a la producción artificial de nieve para suplir o mejorar las precipitaciones naturales. La diferencia entre un año bueno y uno malo en cuanto a la cantidad de nieve ha sido palpable en muchas estaciones. Por ejemplo, Baqueira-Beret recibió casi 800.000 esquiadores en la temporada 1999-2000, de excelentes precipitaciones, y sólo 490.000 en la pasada, de gran escasez. Para este curso aumentan su red de cañones las estaciones de Javalambre y Valdelinares, en Teruel; La Molina y Masella, en Girona; Port del Comte y Port Ainé, en Lleida; Valdezcaray, en La Rioja; Valgrande-Pajares, en Asturias, y Sierra Nevada, en Granada. La propia Baqueira, con 35 kilómetros de pistas innivados, y Sierra Nevada, con 26, son las dos estaciones españolas que más han avanzado en este aspecto.
Nace un gigante blanco
Aragón quiere ponerse a la cabeza del negocio de la nieve en España. Para ello, el Gobierno de esta Comunidad e Ibercaja, junto con el Instituto Aragonés de Fomento, han firmado un protocolo para crear una sociedad que agrupe a cinco estaciones (Cerler, Formigal, Javalambre, Panticosa y Valdelinares) para hacerlas más competitivas. De momento, Astún y Candanchú, privadas, se mantienen fuera del proyecto. La estrategia comercial de las estaciones y la imagen del grupo serán las primeras en cambiar, aunque no en esta temporada. Los cinco centros invernales tienen una capacidad máxima de 63.347 esquiadores por hora y acaparan el 20% de la cuota del mercado español.
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