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Durante años, Felipe Gómez fue uno de los carniceros más reputados y conocidos de Marbella hasta que se instaló en Benahavis, pueblecito de las montañas de la Costa del Sol. Poco a poco, su restaurante, El Fogón de la Aldea, se convirtió en un asador de calidad donde se bordaba el punto de las carnes rojas a la parrilla. Sin duda alguna, uno de los diez grandes de España. Ahora acaba de dar el salto a un local demasiado teatral por su rebuscada estética neoclásica, que emula a algún restaurante de Las Vegas (EE UU). Afortunadamente continúa siendo un lugar estratégico para los devotos de la carne. Aunque todos sus cortes son de envergadura -chuletón, brocheta, chateaubriand, churrasco, entrecó y solomillo-, conviene preguntar cuáles poseen el tiempo de maduración adecuado. Las carnes se sirven doradas, con el punto deseado, muy jugosas, churruscantes por fuera y tiernas por dentro. Se acompañan de patatas asadas y se pueden degustar con un surtido de ensaladas, algunas ligeramente pretenciosas. Las mejores son la césar y la de cogollos de lechuga con bacon y ajos tiernos. En el resto de la carta hay opciones para todos los gustos, entrantes fríos convencionales, un amplio surtido de mariscos, sopas y platos de cuchara, y pescados de la costa a la sal o al horno. Todo con un nivel aceptable y a precios razonables. De postre, tiramisú, espuma de chocolate o arroz con leche. La bodega, en proceso de formación, cumple con desahogo.EL FOGÓN DEL PRÍNCIPE
Avenida de Rotary Internacional, edificio Tembo, local 1, 2, 3. Puerto Banús, Marbella (Málaga). Teléfono: 952 81 07 63. No cierra. Entre 24 y 36 euros (4.000 y 6.000 pesetas).
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