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  • Es nuevo y no lo conocen todavía ni las gasolineras de la zona. Quienes no lleven GPS en el coche deben preguntar por el campo de Golf Alicante, en la playa de San Juan, la manera más directa de encontrarlo sin rodeos a falta de indicadores. El hotel despunta por su tonalidad salmón entre chalés adosados al green, justo enfrente de un estanque con cisnes que atempera la alta temperatura del verano en este tramo de litoral. Salvo la espléndida colcha del césped, el paisaje vegetal de ficus, palmeras y olivos, principalmente, emerge por ahora incipiente, ralo, incapaz de aportar una sombra a la canícula del mediodía. Haciendo la vista gorda sobre la escasez del servicio, impropio de un cinco estrellas oficiales, el hotel es una buena opción para tratar de negocios en el mejor lugar posible: un campo de golf. Severiano Ballesteros lo recomienda por sus cómodos tees y la amplitud de sus fairways, que serpentean a lo largo de cinco grandes lagos y una casa club con mucha personalidad. 'Obliga a utilizar todos los palos, cada hoyo requiere una estrategia diferente y constituye un reto personal para cualquier jugador', dice el campeón y autor de los diseños del campo. Acorde con tal exigencia, el edificio hotelero se expande en cuatro plantas sobre el hoyo 18. La primera ofrece acceso directo al green, a la piscina -a la izquierda, entre palmeras y arriates de flores- y al restaurante Augusta, cerrado la mayor parte de las noche y habilitado únicamente para los desayunos de bufé. La segunda planta alberga el mostrador de recepción; la cafetería, con vistas sobre el mencionado estanque, y un pequeño comedor donde se sirven generalmente las cenas, muy deficiente en su iluminación. Al fondo del edificio, en precario todavía, se encuentran las instalaciones wellness. Un centro de salud y puesta en forma en el que se toman baños de lodo, masajes subacuáticos y los consabidos tratamientos antiestrés y de belleza. Los dos pisos superiores concentran la mayor parte de las habitaciones, soleadas y bien vestidas, sin ahorro de detalles y ambientadas con un mobiliario de calidad. Una mesa-escritorio facilita el acceso cómodo a las tomas eléctrica y de teléfono para conectarse a Internet, imprescindible si se pretende la compatibilidad del golf con la organización de reuniones en cualquiera de las cinco salas habilitadas para eventos. Idénticas atenciones se administran en el cuarto de baño, que ya quisieran para sí los huéspedes en otras instalaciones del hotel. Sus terrazas, al otro lado de un acristalamiento grueso que frena cualquier ruido proveniente del exterior, permiten recibir el crepúsculo o aislarse completamente de cuanto ocurre en la playa y en la ciudad.
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  • Diario El País S.L.
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  • HESPERIA ALICANTE HOTEL, golf en la playa de San Juan
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  • Negocios en el hoyo 18
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