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LAS SUZUKI BURGMAN 250 y 400 llevan varios años dominando sus categorías y labrándose una buena reputación. Y el éxito de estos maxiescúteres ha animado a la marca japonesa a intentar ampliar las ventas lanzando dos propuestas más asequibles de 125 y 150cc.
Las nuevas versiones competirán con los escúteres de cilindrada media, y combinan sus aptitudes ciudadanas y unas prestaciones suficientes para afrontar trayectos interurbanos y circular por los extrarradios. Además destaca el esmero de sus diseñadores por cuidar la vida a bordo y el confort del conductor y el acompañante.
La Burgman 125 cuesta 3.095 euros, y la 150 sube a 3.395. Y salvo el motor, todo lo demás es igual. Tienen una línea moderna y elegante que sigue los trazos de sus hermanas mayores y aportan una larga lista de buenos detalles: cofre enorme bajo el asiento para dos cascos integrales, un carenado que protege muy bien, posición de conducción cómoda y espaciosa para conductor y pasajero, freno de estacionamiento muy eficaz, instrumentación completa y fácil de leer... Todo un lujo.
- MECÁNICA MODERNA
Las nuevas Burgman montan el habitual motor monocilíndrico de cuatro tiempos y cuatro válvulas. Es muy moderno y ofrece un rendimiento óptimo: 11,8 CV a 8.500 revoluciones en la versión pequeña, y 14,3, a 8.000 en la de 150cc. Además incluyen arranque eléctrico, encendido electrónico digital y cambio automático por variador.
El chasis es un robusto doble cuna construido en tubo de acero. Y lleva dos amortiguadores traseros que permiten regular la precarga del muelle para adaptar la suspensión según viajen una o dos personas. Además incluye frenos de disco en los dos ejes y llantas de 12 pulgadas.
- RAPIDEZ Y BUENOS FRENOS
Las Burgman pequeñas muestran su calidad de componentes y fabricación en cuanto se ponen en marcha. El bastidor y las suspensiones filtran bien todas las irregularidades del piso, y transmiten una agradable sensación de seguridad y aplomo, ya sea en zonas muy viradas o en trazados rápidos. Los dos motores superan con alegría los 100 km/h., y ofrecen buenas aceleraciones y recuperaciones, sobre todo el de 150cc. Frenan como los mejores: con mucha potencia y un tacto muy dosificable. En realidad, sólo les falta el cuentakilómetros parcial, una carencia incomprensible en escúteres con su calidad y terminación
- MECÁNICA MODERNA
Las nuevas Burgman montan el habitual motor monocilíndrico de cuatro tiempos y cuatro válvulas. Es muy moderno y ofrece un rendimiento óptimo: 11,8 CV a 8.500 revoluciones en la versión pequeña, y 14,3, a 8.000 en la de 150cc. Además incluyen arranque eléctrico, encendido electrónico digital y cambio automático por variador.
El chasis es un robusto doble cuna construido en tubo de acero. Y lleva dos amortiguadores traseros que permiten regular la precarga del muelle para adaptar la suspensión según viajen una o dos personas. Además incluye frenos de disco en los dos ejes y llantas de 12 pulgadas.
- RAPIDEZ Y BUENOS FRENOS
Las Burgman pequeñas muestran su calidad de componentes y fabricación en cuanto se ponen en marcha. El bastidor y las suspensiones filtran bien todas las irregularidades del piso, y transmiten una agradable sensación de seguridad y aplomo, ya sea en zonas muy viradas o en trazados rápidos. Los dos motores superan con alegría los 100 km/h., y ofrecen buenas aceleraciones y recuperaciones, sobre todo el de 150cc. Frenan como los mejores: con mucha potencia y un tacto muy dosificable. En realidad, sólo les falta el cuentakilómetros parcial, una carencia incomprensible en escúteres con su calidad y terminación
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