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  • El monasterio de San Millán de la Cogolla tiene sus dependencias repartidas en dos enclaves geográficos distintos aunque relativamente próximos: el de Suso, de estilo mozárabe, junto a la cueva en la que viviera este santo ermitaño; y el de Yuso, herreriano, emplazado en el valle del río Cárdenas, donde fueron halladas las glosas emilianenses, génesis de la lengua castellana. Entre estos muros, actualmente ocupados por una comunidad de monjes agustinos, se ofrecen desde hace apenas un lustro 24 habitaciones constituidas gracias al Gobierno de La Rioja en una sosegada hostería. En el exterior, se sucede cada domingo una romería popular que irrumpe en el monacato a bordo de decenas de autocares, ávida de conocimientos históricos y gusto por la buena mesa. En el oratorio extradominical, el nuevo claustro acristalado resuelve la siempre difícil compatibilidad entre el vestíbulo, la zona de recepción y un tranquilo salón de estar. Más allá se abre una puerta a las huertas y la línea tapial que separa el monasterio del bosque inmediato. El recogimiento interior se aprecia mejor en los fríos días de invierno, cuando el salón habilitado en el primer piso invita a la molicie o a la lectura durante horas, entre cafetines y pinchos, por mucho ruido que armen los mármoles, florones, dorados y otros brillantines en los que se fundamenta su decoración. Tampoco suenan a mandolina los dormitorios comunes, exageradamente impersonales para el arpegio espiritual al que responden, aunque más comodidades y ambiente de hotel ofrezcan sobre lo que eran las antiguas celdas cenobiales. Los cuartos de baño aseguran la necesaria pulcritud, así como unas baldas llenas de amenidades cosméticas y unos lavabos acordes con su capacidad doble. A poco que el bolsillo se estire merece una vigilia la suite Real, joya de este monasterio hotelero, ubicada en los aposentos privilegiados del abad -que se sepa, desde al menos el siglo XVII- y dotada de un amplio salón con vistas al patio de acceso a la hostería, sobre el fondo de sierra y bosques que oculta los arcos mozárabes de Suso.
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  • Diario El País S.L.
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  • HOSTERÍA DEL MONASTERIO DE SAN MILLÁN, historia y buenos vinos en la cuna del castellano
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  • Dormir en un cenobio sin renunciar al secador
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