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La máxima expresión de Jaguar. El nuevo XJ, última entrega del modelo superior de la marca, reúne el sello inconfundible de la firma británica y los mejores avances del momento. Un cóctel sofisticado y con gran personalidad que puede competir por fin sin carencias frente a los Audi, BMW y Mercedes más exclusivos: A8, Serie 7 y Clase S.
La séptima generación del XJ combina tradición estética y vanguardismo técnico. El diseño mantiene los genes de Jaguar y evoluciona la imagen que ha caracterizado a este modelo durante sus 35 años de vida. Y la mecánica estrena ahora soluciones casi inéditas en la marca, como la carrocería de aluminio, las suspensiones neumáticas y el cambio automático de seis velocidades, que potencian la calidad de conducción y equiparan sus contenidos tecnológicos a los de las mejores berlinas alemanas. Además, el nuevo Jaguar solventa los aspectos menos logrados del anterior, como su limitado espacio interior y el tamaño del maletero, muy pequeños para su tamaño.
El nuevo XJ saldrá a la venta en España el 25 de abril con tres potentes motores V8 de gasolina: 3.5 de 262 CV (74.000 euros), 4.2 de 300 CV (86.100) y 4.2 turbo de 400 CV (desde 104.000). Y a final de año llegará la versión más asequible: un 3.0 V6 de 240 CV.
Diseño genuino
El XJ mantiene una imagen similar a la del anterior modelo, pero es totalmente nuevo. La elegancia y el estilo propio del diseño inglés se reflejan en una imagen que no disimula sus dimensiones reales (más de cinco metros de longitud y casi dos de anchura). Y ayuda a conseguir una estampa refinada e imponente. El frontal de cuatro faros ovalados, y la línea, más baja, ancha y rotunda de lo habitual, son sus rasgos más llamativos y diferenciadores: aportan una estética clásica y deportiva que le distingue de sus rivales.
Aluminio y suspensiones de aire
Pero bajo su traje tradicional se esconde ahora una mecánica a la última. Para empezar, la carrocería está fabricada en aluminio, y, aparte de ser un 60% más rígida que la de acero del modelo anterior, pesa un 40% menos. Y junto a las suspensiones neumáticas (de aire a presión con control electrónico), ayuda a mejorar la manejabilidad: este sistema compensa las inclinaciones de la carrocería y adapta los reglajes a la velocidad y estado del piso para lograr el mejor equilibrio entre estabilidad y confort. El cambio automático con seis velocidades lleva una rejilla en forma de J que facilita el accionamiento manual. Y otros detalles, como el freno de mano electrónico, los faros bi-xenón, los pilotos con diodos y el control de velocidad con radar anticolisión, completan el conjunto.
El resultado práctico es una agilidad superior a la de sus rivales: parece más pequeño y ligero. Además incorpora algunos matices deportivos: posición más baja al volante y un sonido menos filtrado.
El equipamiento también ha evolucionado e incluye los sistemas de seguridad más modernos (control de estabilidad, seis airbags...) y los accesorios de confort más refinados: pedales regulables, navegador con reconocimiento de voz, pantalla táctil...
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