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Una berlina grande, bien presentada y con un equipo de serie que incluye hasta tapicería de cuero por 21.500 euros. Es la oferta del Evanda, nuevo buque insignia de Daewoo.
Este coche es el segundo modelo nuevo que lanza la marca coreana tras superar una larga crisis y ser adquirida por General Motors. Sustituye al Leganza, que salió al mercado en 1997 y alcanzó unas ventas totales de 43.700 unidades en Europa. Compite con las berlinas medias de los fabricantes populares -Ford Mondeo, Renault Laguna, Citroën C5...-, una categoría en la que hasta ahora Daewoo había conquistado su hueco gracias a unos precios muy competitivos. Sin embargo, aunque el nuevo modelo aporta una calidad superior, ha perdido en parte sus ventajas económicas.
Diseño italiano
Daewoo ha hecho un gran esfuerzo para hacer más atractiva y sugerente su berlina superior. De entrada ha crecido en tamaño para ganar presencia y espacio interior: mide 4,77 metros de largo, 10 centímetros más que el Leganza. Y ha encargado su diseño al carrocero italiano Giugiaro (Italdesign), que ya había colaborado en modelos como los Matiz y Kalos.
El resultado es un envoltorio de estética correcta y trazos clásicos en el que sólo desentona una parrilla algo pretenciosa y anticuada. Pero los faros multifocales, la cintura lateral con un nervio a la altura de los picaportes y las aletas marcadas le dan cierto carácter. Y la zaga, con unos pilotos triangulares inspirados en el Volvo S80 y el borde externo del capó muy pronunciado, aportan un ligero toque deportivo.
Más calidad interior
En el interior se ha trabajado a fondo para aumentar la sensación de calidad. El salpicadero tiene un diseño moderno y combina bien con la consola central, que integra el radio-CD y el cargador. Por otro lado, los plásticos y materiales presentan una calidad satisfactoria y similar a la de otros modelos europeos: los adornos de madera que recubren la consola y la zona del freno de mano, los asientos eléctricos de cuero y otros detalles crean un ambiente elegante.
Sin embargo, hay también aspectos menos logrados que restan empaque. Unos se aprecian a simple vista: volante pobre, banquetas de los asientos cortas, sonido inconsistente de las puertas... Y otros se notan cuando se pone en marcha: sonoridad excesiva, motor pequeño y ruidoso, accionamiento impreciso del cambio, volante regulable sólo en altura...
Por lo demás es un coche bastante digno que destaca por su habitabilidad interior: plazas delanteras desahogados y mucho espacio para las piernas atrás. En cambio tiene un maletero justo para su longitud (420 litros), aunque se puede ampliar plegando los respaldos. Su sentido práctico se completa con algunos accesorios: dos posavasos junto al freno de mano, otros dos en el apoyabrazos trasero, portagafas, bolsas en las puertas y los respaldos, apoyabrazos delantero hueco...
Sólo un motor 2.0 de gasolina
El Evanda, de momento, sólo se vende con un motor 2.0 16v. de gasolina y 130 CV (21.500). Monta un cambio manual de cinco marchas, aunque se ofrece también con un automático de cuatro (23.300 euros). Los dos están disponibles con un acabado único CDX, que incluye un equipo de serie bastante completo. La dotación de seguridad es justa: cuatro airbags y ABS. Pero añade detalles más exclusivos, como climatizador electrónico, tapicería de cuero, radio-CD para seis discos, asientos delanteros eléctricos y todo lo habitual. Y tiene una buena garantía de tres años y el Servicio Oro de Daewoo, que incluye otros tres de mantenimiento gratuito.
Conclusión
El Evanda es una berlina grande, aparente y bien equipada. No tiene un comportamiento tan refinado y consistente como los coches europeos de su tamaño, pero puede cumplir bien como familiar. Y aunque tampoco cuesta más barato, incluye un equipo de serie y una garantía superiores.
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