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  • En vacaciones también rige la ley de Murphy. Pongamos por caso que "todo lo que puede salir mal saldrá mal". Si alguien intenta fastidiarle el veraneo, conozca sus derechos. Quedarse en tierra Ni siquiera despega hacia su destino soñado. La compañía aérea esgrime un anglicismo: overbooking. O sea, que, esperando que alguien se retractase de su reserva, han vendido más billetes de los que hay. El Parlamento Europeo acaba de aprobar un aumento de las indemnizaciones, pero para dar tiempo a que las compañías suban sus tarifas habrá que esperar 12 meses. Hasta entonces, la aerolínea debe reembolsarle el billete o conducirle lo más rápido posible a su destino. Además tiene derecho a una indemnización de entre 75 y 300 euros, dependiendo del trayecto y de lo que tarden en montarle en otro avión. La compañía debe correr con sus gastos durante la espera. Espere un poco, un poquito más Los retrasos no siempre se pagan. En los aviones no hay nada regulado, aunque es política de las empresas dar de comer, alojar o compensar con puntos a sus clientes más fieles. Renfe sí prevé indemnizaciones en las grandes líneas. Van desde el 25% hasta el 100% del importe, y, dependiendo del tren, se paga a partir de retrasos de 21 minutos o de una hora. Si se retrasa el AVE, con cinco minutos basta para que el viaje le salga gratis. ¿Dónde está mi maleta? Tranquilidad; según las estadísticas, el 99% de las incidencias de equipajes se resuelven en 24 horas. Las quejas deben hacerse en el aeropuerto de llegada. En caso de demora, la compañía le facilitará un kit de aseo o una cantidad en efectivo. En caso de extravío (transcurridos 21 días), la indemnización, según la organización internacional IATA, es de unos 20 dólares por kilo. Si le estropean la maleta, se la tienen que arreglar o sustituir. Si se la pierden en un autobús, le pagarán 12 euros por kilo. Esto no se parece nada a la foto Recuerde que la publicidad tiene pleno valor contractual: todo lo que sale en el folleto debe corresponderse con la realidad. En los viajes combinados, la ley establece su derecho a conocer al detalle todas las condiciones (categoría y ubicación de hoteles, itinerarios, número de comidas, gastos extra). En caso de cambios o de cancelaciones tendrán que devolverle la diferencia o indemnizarle. La asociación de agencias Aedave ha creado un servicio de atención al cliente (913 14 18 30 y www.aedave.es) para resolver posibles quejas sin llegar a juicio. Primero, por las buenas Las asociaciones de consumidores aconsejan siempre intentar negociar con las empresas. Pero no se fíe: subrayan también que se entreguen sólo copias (si es necesario, compulsadas) de los documentos que le pidan. Es imprescindible guardar todas las facturas, folletos, billetes y demás pruebas. Si las buenas maneras no surten efecto, diríjase a los organismos públicos o privados de defensa del consumidor. Encontrará un directorio completo en www.consumo-inc.es y en el 914 31 18 36. Si todo falla, puede llegar a los tribunales. Los juicios verbales para reclamaciones inferiores a 900 euros no requieren abogado, son gratuitos y no se prolongan más de unos meses. La siguiente web le ayudará a encontrar el papel que debe presentar en el tribunal: www.ceaccu.org. Y, ante todo, ármese de paciencia. Parafraseando a Murphy, "sonría, mañana será peor". Lo que en el caso que nos ocupa significa que tendrá que volver al trabajo.
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  • Diario El País S.L.
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  • Un veraneo sin perder la calma
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