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  • El enoturismo sigue de moda en España, no hay más que asomarse a la Ribera del Duero estos días de septiembre para verlo. A semejanza de lo que ocurre en los châteaux de Borgoña o Burdeos, propiedades como la de la familia Peñalba López, en Aranda de Duero, ofrecen la ocasión de pasar la noche en un hotelito de 20 habitaciones junto a la nave de barricas donde duermen los grandes reservas de Torremilanos. Doscientas hectáreas de tempranillo se extienden a su alrededor, reconocibles desde la autovía Madrid-Burgos por el ordenado alineamiento de las vides. Aunque de reciente edificación, el hotel exhibe los mimbres de la reciedumbre castellana en sus armaduras, con ventanales simétricos y un ala porticada que evoca el origen vitivinícola de la finca, creada allá por 1903. Piedra, adobe y teja calcinada de vieja bodega. Cuatro plantas tiene el cuerpo principal, ahuecado por un patio de balaústres con bóveda acristalada en torno al cual orbitan la recepción, la cafetería y un enorme salón que invita a la tertulia o a una cata de vinos. El primer piso concentra tres salones -el mayor, de 300 metros cuadrados- dispuestos para eventos y seminarios de la industria bodeguera. Las dos alturas superiores albergan unos dormitorios generosos con el espacio, pero algo afectados en su decoración. Unos más alegres que otros, en ambientes candi, azul o verdoso. Todos pavimentados de madera y emperifollados hasta la médula de detalles para recordar, como el llavero que abre el retablo, representación de un racimo de uvas bañadas en oro. Empelechados de gris y blanco, los cuartos de baño tampoco resisten una exaltación barroca de sus enseres, salvo el aquilatado canastillo de cosméticos, que difunde un agradable perfume floral. Lamentablemente, el huésped padece sin remedio las evidentes carencias del servicio, cubierto a partir del anochecer por una sola persona en recepción a cargo del equipaje y de la atención telefónica, todo al mismo tiempo. Así, el restaurante puede hallarse cerrado sin previo aviso. Por suerte, Aranda, como todo el mundo sabe, está lleno de asadores.
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  • Diario El País S.L.
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  • TORREMILANOS, una firma con hotel, viñedo y bodega en la Ribera del Duero
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  • Días de vendimia y noches de bodega
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