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Tan suaves como los automáticos clásicos, pero con una gestión electrónica más avanzada que soluciona muchas de sus carencias y aumenta la comodidad. La inteligencia artificial les permite interpretar el estilo de conducción y adaptar los cambios a las necesidades de cada momento: retienen la marcha al bajar un puerto para ayudar a los frenos, no pasan a una velocidad superior en mitad de una curva o cuando se desacelera... Además, la mayoría tienen cinco marchas. Y esta característica, en combinación con la electrónica, consigue que el aumento del consumo y la pérdida de prestaciones que provocan sea inferior a la de los automáticos clásicos.
Muchos fabricantes están retirando de su oferta los cambios automáticos clásicos en favor de los inteligentes e incluso de los manuales secuenciales. En la actualidad destacan los de Renault, Peugeot y Opel. Y entre las firmas exclusivas, los de Jaguar y Lexus.
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