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Diseño deportivo y una personalidad inconfundible. La línea en forma de flecha del Alfa 166 es más estilizada y penetrante, y proporciona a la berlina italiana una imagen dinámica, atractiva y con carácter.
Conducción: 47 puntos (1º)
Tiene un comportamiento más deportivo, pero con unos mandos de tacto más duro (embrague, cambio...) que exigen más esfuerzo y limitan la calidad de conducción, sobre todo en ciudad. En contrapartida, el motor responde con más elasticidad desde 1.500 vueltas y se estira con garra hasta las 4.500. Y con la ayuda de un cambio de seis marchas muy bien escalonadas ofrece unas prestaciones brillantes y superiores a las del Volvo, tanto al acelerar como en velocidad máxima.
El Alfa tiene una buena estabilidad, con una dirección directa y precisa que le proporciona la agilidad de otros coches más pequeños en zonas viradas. Pero las reacciones son más nerviosas, balancea algo más en las curvas y se muestra más exigente con el conductor cuando se exprime la mecánica. Y también tiene menos ángulo de giro en las maniobras. En cambio, los frenos y el ABS responden con más potencia y precisión, y el control de estabilidad de serie reduce los riesgos en situaciones de peligro.
Vida a bordo: 42 puntos (2º)
Un diseño interior más deportivo, pero también menos elegante y práctico que el del modelo sueco. La habitabilidad y los asientos son correctos, y cuenta con unas plazas desahogadas tanto delante como detrás. En cambio, es menos ergonómico y cómodo que el Volvo, y sobre todo se echan de menos algunas soluciones funcionales y más huecos para objetos. Los respaldos traseros son fijos y no se pueden abatir para ampliar el maletero, que tiene una boca de carga alta y estrecha. Y como apenas aprovecha la zona del freno de mano, no hay donde dejar un bote de refresco. Tiene una guantera suplementaria sobre el salpicadero, un apoyabrazos pequeño delante con espacio interior, otro hueco a la izquierda del volante y las bolsas de las puertas y los respaldos.
Aunque la calidad de acabado es correcta, el conjunto es inferior al del Volvo, con un ambiente más austero y menos elegante, ajustes más imprecisos entre las piezas y materiales menos refinados.
El Alfa tiene unas suspensiones cómodas, pero más enérgicas que las del S80, y con las llantas de 17 pulgadas de la unidad de pruebas acusa más los baches y no es tan confortable en los viajes largos. La mecánica también es algo más rumorosa, sobre todo el motor, pero no resulta ruidoso, y por lo demás está bien aislado y resulta suficientemente cómodo.
Seguridad: 16 puntos (1º)
Viene de serie muy bien equipado en seguridad, con seis airbags, ABS y sobre todo el control de estabilidad ESP, opcional en el Volvo. Pero el comportamiento dinámico es inferior y tiene unas reacciones más exigentes con el conductor cuando se conduce a ritmos alegres.
Economía: 27 puntos (1º)
El Alfa 166 2.4 JTD Distinctive cuesta 41.100 euros, casi 600 menos que el Volvo. Y viene muy bien equipado de serie porque además del equipo de seguridad incluye climatizador, tapicería de cuero, llantas de aleación, radiocasete y CD con cargador, control de velocidad de crucero, pantalla en color, sensor de lluvia y todo lo habitual. Y añade detalles como el asiento del conductor con reglaje eléctrico, teléfono...
Los consumos son algo inferiores al Volvo, pero muy similares: gasta algo más de siete litros en conducción tranquila, nueve a ritmos rápidos y 10 en ciudad.
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