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  • Cada vez son más los españoles que deciden coger unos prismáticos para seguir el vuelo de una garza o de un herrerillo capuchino. España es además el destino europeo número uno en turismo ornitológico. Atrae a varios miles de aficionados británicos, italianos, belgas o norteamericanos que migran cada año atraídos por la variedad y riqueza de la fauna alada. En los últimos años ha surgido una oferta muy sugerente de centros turísticos donde disfrutar de las aves. 1 PUEBLA DEL RÍO (SEVILLA) Fochas cornudas en la Cañada de los Pájaros Uno de los epicentros del turismo ornitológico español es sin duda Doñana. Ahora bien, si de lo que se trata es de ver las aves del parque de cerca, muchos ornitólogos recomiendan alejarse unos kilómetros y pasarse por la reserva natural concertada Cañada de los Pájaros, junto a Puebla del Río (Sevilla). Este humedal, en el que se pueden observar más de 150 especies, era una gravera que se rehabilitó para crear un centro de cría en cautividad de aves amenazadas; en especial, de focha cornuda, un ave acuática de la que apenas quedaban 25 ejemplares en Europa hace 13 años. En una década, este centro ha liberado cerca de medio millar de fochas. La bióloga Maribel Adrián y Plácido Rodríguez, los propietarios de la reserva, ofrecen recorridos guiados y una pequeña casa rural situada en medio de la reserva donde se pueden alojar hasta cuatro personas. Además, hace dos años montaron una taberna con grandes cristaleras abiertas al humedal. "Una vez vino un grupo de ingleses a tomar un café y no se querían ir, alucinados de lo que estaban viendo", se ríe Adrián. 2 NAVALMORAL (CÁCERES) Grullas en El Mirador de la Vera El Mirador de la Vera, a 26 kilómetros de Navalmoral de la Mata (Cáceres), es el mayor complejo de observación de aves de España, un hotel en el que el concepto de casa rural ha sido rediseñado al gusto de los ornitólogos. Las habitaciones son 24 bungalós de madera que imitan puestos de observación: tienen enormes ventanales y están subidos sobre pequeños pilares para mejorar su campo de visión. Además, aunque el hotel cuenta con restaurante, cada bungaló tiene su propia cocina. Según Pepe Guisado, el propietario, en un radio de unos 20 kilómetros se pueden ver 210 especies. Sólo en los próximos meses se refugiarán en esta comunidad unas 50.000 grullas. El Mirador de la Vera ofrece rutas ornitológicas y organiza descensos en piragua por el Tiétar para observar aves. 3 ALDEA DEL OBISPO (CÁCERES) Buitres en El Tenado En la escalera del pequeño hotel rural El Tenado, en el pueblo cacereño de Aldea del Obispo, pueden cruzarse nacionalidades de todo el norte de Europa. Como detalla Marisol Bernal, la propietaria junto a Javier Esteban, "la mayoría viene con su lista de aves para ir tachando especies según las vea". El hotel es un antiguo cobertizo para el ganado (tenado) rehabilitado hace cuatro años: tiene seis habitaciones, un salón-comedor, una cocina y una pequeña biblioteca de ornitología. Todo cuidado al mínimo detalle. La idea surgió porque Marisol y Javier se dieron cuenta de que venía mucha gente a esta tierra atraída por las aves, pero no había ningún sitio en el que pudiera juntarse. Y hoy tienen varios premios colgados en las paredes, entre ellos, uno de la Real Academia de Yuste al Joven Europeo Emprendedor y otro de la Comisión Europea. Aquí, los viajeros "entran como clientes, pero salen como amigos", subraya Marisol. Aparte de las grullas y la gran variedad de especies de Extremadura, esta zona cuenta con un atractivo único: el parque natural de Monfragüe. Como destaca Javier, el encargado de guiar a los clientes, allí están las mayores colonias de Europa de buitres negros y buitres leonados. 4 AMPOSTA (TARRAGONA) Garzas en la reserva natural de Riet Vell La Sociedad Española de Ornitología compró 70 hectáreas de arrozales en el delta del Ebro para demostrar que se puede cultivar arroz ecológico sin pesticidas ni fertilizantes. Este ecosistema agrícola conforma la reserva natural de Riet Vell, un espacio en el que se juntan los arrozales y lagunas con observatorios ornitológicos y programas de educación ambiental. Ignasi Ripoll, responsable de conservación de la reserva, explica que en Internet están colgados los censos de aves, mes a mes, para que los visitantes sepan cuándo podrán ver cada especie. En noviembre y diciembre: garzas reales y garcillas bueyeras. A cuatro kilómetros es posible alojarse en una casa rural con barracas típicas. La reserva fue sede a comienzos de noviembre del primer encuentro estatal de aficionados al digiscoping, nueva técnica consistente en acoplar una cámara digital a un telescopio que hace furor entre los ornitólogos. Empresas como Spain Birds ofrecen ya viajes sólo para practicarlo.
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  • Diario El País S.L.
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  • Cuatro destinos para observar aves y alojarse a buen precio
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  • Casas rurales a vista de pájaro
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