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  • El Opirus ofrece detalles sofisticados que sólo se encuentran en las berlinas más exclusivas: ocho airbags, asientos con calefacción, suspensión electrónica, cambio secuencial... Y sobre todo tiene un interior muy amplio y confortable. Pero también presenta aspectos mejorables, como el equipo de música, que no está integrado en la consola; el diseño de algunos mandos, o una rodadura rumorosa. Sin embargo, es un coche cómodo que se conduce con el mínimo esfuerzo, tiene un equipo de serie sobresaliente y unos precios sin competencia. Amortiguación electrónica El nuevo Kia ofrece un buen equilibrio entre confort y estabilidad, y una de las claves es la suspensión con control electrónico de amortiguación, que incluye siete sensores y regula automáticamente los reglajes según la carretera y el estilo de conducción. Además lleva un botón para elegir dos programas, Confort, en el que circula normalmente, y Sport, más enérgico. Las diferencias entre los dos no son radicales y en ambos casos el Opirus circula con confort y firmeza: no balancea mucho en las curvas y filtra los baches con solidez. Así, se adapta bien a todos los trazados, porque tiene aplomo en los más rápidos y se mueve con cierta agilidad en los más virados, sobre todo teniendo en cuenta su tamaño. Y aunque no es un coche para conducir de forma agresiva ni exigirle al máximo -pesa casi dos toneladas-, si se maneja con cierta tranquilidad sorprende por su suavidad y permite hacer viajes largos sin cansar, especialmente en las plazas traseras. Además ofrece detalles muy prácticos en ciudad, como los sensores de aparcamiento o los retrovisores, que cambian de posición al poner la marcha atrás para ver mejor. Estas virtudes se completan con unos frenos correctos que responden bien, y, sobre todo, con un equipo de seguridad sobresaliente: ocho airbags, ABS y ESP. Pero se echa de menos una mejor insonorización aerodinámica y en especial en los ruidos de rodadura. Máxima suavidad y consumo alto El Opirus equipa un motor 3.5 V6 de gasolina y 203 CV que incluye soluciones avanzadas: está fabricado en aluminio e incluye acelerador electrónico. Va acoplado a un moderno cambio automático de cinco marchas que se acciona fácilmente e integra un segundo carril para usarlo manualmente (secuencial) en bajadas, curvas... Este conjunto responde con elasticidad desde el ralentí, sube de régimen con alegría y se estira hasta 6.000 vueltas. Pero destaca por su funcionamiento silencioso y sin vibraciones, que permite disfrutar su tacto suave y refinado. Y aunque no ofrece unas prestaciones llamativas, viaja a buen ritmo a punta de acelerador, adelanta con brío y mantiene con holgura la velocidad en las subidas. Los consumos, en cambio, son altos y acusan la cilindrada: puede gastar 10 litros en conducción relajada, pero es fácil llegar a 15 y 16 en ciudad y estirando las marchas.
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