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  • Una exploración interesante de Zaragoza es la que ofrece la página web zaragozadeluxe.com. Está centrada en la iconografía pop de los años setenta, y sirve tanto de guía de lo que queda en la ciudad de esa época y sus referentes modernos como de recuerdo de lo ya desaparecido. Se pueden ver fotografías de iglesias parroquiales con influencia innegable, según indican los creadores de la página, de la ufología y la serie Mazinger Z; fachadas de joyerías que se confunden con boîtes; rotulaciones burbujeantes o perfiles del Pilar que hacen pensar en el Taj Mahal. La página se ha convertido en un pequeño clásico de la ciudad. Otro preámbulo virtual de Zaragoza es la página de Mariano Gistaín (gistain.net). Su sección de links sobre la ciudad es muy variada: es la vía hacia multitud de bitacoreros, fotos renovadas de parajes industriales o simples reflexiones. 'Neohippismo' fino Recientemente se ha abierto en Zaragoza una serie de bares y tiendas que, en cierto modo, hacen que se pueda hablar de una tendencia. Son locales de cierto estilo chill out, y en los que, desde los asientos hasta la actitud de los camareros, hay una tensión por ofrecer una imagen cuidada. Estos bares de copas suelen ser a la vez cafés de tarde, o incluso sirven comidas y desayunos. Una cosa notable es que, además de ofrecer a menudo sofás y sillones cómodos (¿hasta qué punto han influido en esto teleseries americanas como Friends?), la música está pensada para que se pueda hablar agradablemente. La decoración tiende a abundar en objetos y motivos orientales (un neohippismo fino), emplumados blancos, espejos de marcos dorados, tonos claros y violetas, grandes cortinas, bandas de colores al estilo de código de barras, muebles pop de nueva factura (lo viejo pop auténtico, estilo puf del Rastro, parece descartado), y, a menudo, proyecciones como complemento artístico. Relojes infantiles de plástico El café-bar Novo, en la calle del Azoque, es un claro ejemplo de esta tendencia, con su zona para estar sentado, su zona house o nocturna, sus rincones vips... En la misma acera está el People, quizá menos espectacular en un primer momento, pero de parámetros parecidos. El Asian Pop, en la calle de Madre Vedruna, se decora ya sólo con motivos asiáticos y tiene zona de restaurante. En torno a la plaza de los Sitios encontramos tres de estos nuevos locales: el Hanna Fritz, uno de los pioneros; el Centrik, y El Coleccionista, que cuenta con el atractivo de mostrar en sus vitrinas colecciones renovadas de lo más variopinto, de minicámaras fotográficas a relojes infantiles de plástico. Esta sección de colecciones, más o menos freak, está coordinada por el artista Nacho Bolea. Fantasiosos sillones Ejemplares de este perfil de bares se han extendido también a los barrios: en la Almozara acaban de abrir el Loft, con horario desde la mañana. En el casco viejo, en plena zona de tapas, uno se encuentra con el Tribeca, que tiene algún sillón ciertamente fantasioso. Cambiando de área, el Cool tiene el atractivo ocasional de proyectar audiovisuales artísticos en sus paredes. El Tierra cuenta con restaurante propio, La Suite. El Tierra está en una zona próxima a hoteles y cuenta con unos ventanales amplios tras los que se ve a escritores como Javier Tomeo durante sus estancias zaragozanas. Y, con sus lucecitas de colores, versión moderna de las navideñas, hay que mencionar al café restaurante Fantasy. Este local está amenizado por drag queen las noches de los viernes y sábados. Como toda tendencia, estos nuevos bares de copas cuentan con sus publicaciones: la revista veterana Akí Zaragoza, el B&L, o la versión zaragozana de Spend in traen reportajes y publicidad sobre las inauguraciones y lo que sucede en ellos. Tapas elaboradas Si se tiene hambre, el mejor y más cuidado local nuevo es el Bole, con sus tapas elaboradas, sus vinos aragoneses de selección, sus quesos franceses y su sala de comedor. Anterior a éste, pero sin apartarnos de la nueva Zaragoza, está Las Vegas, en el paseo de la Independencia, que ha tenido rachas de buena cocina y que ofrece comidas a mediodía. El Festín de Babel se ha hecho un sitio con su menú de comida internacional. Entre Bastidores es un buen ejemplo de este modelo renovado de restaurante: ofrece un menú creativo y económico. En general, todos los locales que he nombrado (excepto algún plato del Bole) tienen unos precios bastante asequibles. La peluquería Dolche cuida también su aspecto. Prendas de vestir poppy, en zona de bares, en Gregory Shop, con sus camisetas de la marca Naranjas Chinas. Un 'disc jockey' muy especial Sergio Algora, cantante de grupos como Niño Gusano y, ahora, de La Costa Brava, también ha abierto un nuevo bar-restaurante, el Bacharach. Algora es un clásico de la ruta pop zaragozana. Como disc jockey o como cliente ha sido difícil no encontrarlo en sitios veteranos como El Fantasma de los Ojos Azules, Lata de Bombillas o La Caja de los Hilos, que hace de su escaparate la galería de arte más pequeña de la ciudad (este local, desgraciadamente, ha anunciado su cierre en breve). El Bacharach, además de buena música, sirve vermú los domingos y algo de coctelería por las noches. Una de las fachadas seleccionadas en Zaragozadeluxe, toda de acero inoxidable, es la que hoy ocupa la nueva tienda de Rancho Relaxo. Además de camisetas propias y objetos retro, como reediciones de los primeros relojes digitales, se vende en ella mobiliario restaurado de los años sesenta y setenta. .
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  • Del pop al 'chill out', itinerario de tendencias en la capital aragonesa
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  • Guía para iniciados en Zaragoza
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