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CINCO AMIGOS de Burgohondo se asociaron para convertir el edificio de piedra de los años cincuenta que había sido su escuela en una posada. Con la restauración y decoración, a cargo de Sonia Paredes, ha vuelto la vida a sus pasillos. El Linar del Zaire cuenta con 17 habitaciones, amplias y de techos altos, cada una con un color y mobiliario distintos. Lo antiguo y lo moderno se unen. Suelos de barro y piedras de río, muebles de madera... El salón, en una de las antiguas aulas, muestra la estructura original de madera en su techo, y el restaurante ocupa el antiguo porche cerrado con cristaleras. El hotel organiza excursiones en quad y a caballo a la sierra de Gredos, a la que se abre la mayoría de sus ventanas.
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