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Un ejercicio de autocontrol que puede mejorar la seguridad vial. Basta soplar unos segundos para poder comprobar si el vino ingerido en la comida o la cerveza del aperitivo hacen superar la tasa de alcohol permitida para conducir. El límite legal es de 0,25, pero se reduce a 0,15 para los conductores profesionales y los noveles con menos de dos años de carné.
La empresa Rimax propone un alcoholímetro personal, pequeño y ligero, que ayuda a despejar todas las dudas. Se denomina DAT 0.2 y puede adquirirse tanto en grandes superficies como en la página www.e-cotrade.com. Cuesta 39 euros. El alcoholímetro tiene un tamaño y peso similares al de los teléfonos móviles, lo que facilita llevarlo en el bolsillo sin incomodidades. Y no necesita cargadores ni otros accesorios externos porque funciona con pilas.
Margen de error del 10%
El manejo es incluso más simple que el de los que emplean la Policía y la Guardia Civil: se sopla en la boquilla del aparato y en unos segundos la tasa de alcohol aparece reflejada en la pantalla. Detecta niveles de alcohol entre 0,00 y 1,00, y tiene un margen de error de un 10%. Así, si la pantalla indica un resultado de 0,20, la tasa real oscilará entre 0,18 y 0,22.
Los resultados son orientatibos y no tienen validez legal, pero permiten evitar riesgos innecesarios al volante. Conducir con una tasa de alcohol superior a lo permitido, además de suponer un peligro, implica la inmovilización del vehículo, una multa de 302 a 602 euros y la retirada del carné por un periodo de uno a tres meses. Y según la gravedad del caso se pueden aplicar también penas de cárcel.
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