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  • En la última década, la oferta de alojamientos rurales ha aumentado año tras año en España. Una buena noticia para los viajeros si resulta cierto el axioma de que la competencia aumenta la calidad y baja los precios. Otra cuestión es si el mercado puede absorber nuevos establecimientos o si empieza a saturarse. Las cifras que publica mensualmente el Instituto Nacional de Estadística llevan a confusión. El titular más llamativo es que, mes tras mes, el número de pernoctaciones en casas rurales aumenta. En 2003, un millón y medio de viajeros durmió en alguna de las 7.000 casas rurales oficiales españolas, un 7,8% más que el año anterior. En 2004, a falta del resumen final del año, la cifra aumentará, ya que el número de pernoctaciones creció todos los meses: en agosto, un 15,5%; en octubre, un 55,2%; en noviembre, un 13%. Pero las estadísticas recogen también otros datos. Durante ese mismo periodo, el número de casas disponibles aumentó un 17,5%, más del doble que el de posibles nuevos clientes. El resultado es que el índice de ocupación baja cada año en torno a un 7% porque la oferta crece más rápido que la demanda. Pero para el viajero la batalla más importante se juega en el terreno de la calidad. El alojamiento rural nació como complemento a las rentas de la actividad agropecuaria; de hecho, en algunas comunidades, como Cataluña, hay que estar dado de alta como agricultor para poder regentar un negocio de este tipo. Pero en la actualidad hay cada vez menos agricultores en este negocio, y el público se ha vuelto muy exigente y quiere alojarse en el campo, pero con la calidad de un buen hotel. La elección de un establecimiento no es siempre fácil. A día de hoy, la disparidad de oferta en el alojamiento rural desconcierta. En España, una casa rural puede ser tanto un caserío de piedra centenario regentado durante generaciones por la misma familia, donde el pan se cuece en un horno de leña, como un apartamento de nueva construcción donde no se sirve desayuno. La situación se agrava ante la falta de un sistema único y universal de catalogación de la calidad, similar al de las estrellas en un hotel. Algunas comunidades están implantando el suyo propio, como la valoración por trísqueles en Asturias, las hojas de encina en Navarra o la categoría de casa rural superior en Andalucía, pero no dejan de ser acciones aisladas. Algunas asociaciones y centrales de reserva ASTURIAS El Principado ha creado la marca Aldeas, Asturias Calidad Rural para distinguir alojamientos rurales de calidad. Se recogen en un librito disponible en las oficinas de turismo. ARCA, la Asociación Regional de Casas de Aldea (985 22 33 36; www.casasdealdea.com), agrupa la mayoría. PAÍS VASCO Se distinguen en esta comunidad entre casas rurales, que son de alquiler completo, y agroturismos, donde viven los propietarios y se alquilan habitaciones. Asociación Nekazal Turismoa (902 13 00 31; www.nekatur.net) es la central mayoritaria de ellas. NAVARRA Navarra distingue entre casas de alquiler completo, por habitaciones y apartamentos rurales. La calidad se valora de una a tres hojas de encina. El 75% de ellas está adscrito a la federación de Turismo Rural (902 19 64 62; www.turismoruralnavarra.com). CATALUÑA La legislación va a sufrir cambios en Cataluña, pero por el momento existen dos tipos de establecimientos: ARI (alojamientos independientes de alquiler completo) y RCP (residencias casas de payés, donde viven los dueños y alquilan habitaciones). Dos centrales de reservas privadas: Turisvert (934 12 69 84; www.turisverd.com) y Central Rural (670 29 90 78; www.centralrural.com). GALICIA La legislación gallega contempla casas de labranza, casas de aldea, casas rectorales, casas grandes, monasterios, castillos y pazos. Para más información se puede acudir a Agatur, la Asociación Gallega de Turismo Rural (986 58 00 50; www.turismoruralgalicia.com). Los pazos están reunidos en Pazos de Galicia (902 19 76 13; www.pazosdegalicia.com). ANDALUCÍA En las provincias andaluzas existen casas rurales (con capacidad máxima de 20 plazas), apartamentos turísticos rurales, complejos turísticos rurales y viviendas turísticas de alojamiento rural, que son casas de veraneo que se alquilan por temporadas. La mayor central de reservas privada es RAAR, Red Andaluza de Alojamientos Rurales (902 44 22 33, 950 26 50 18; y www.raar.es).
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  • Casas rurales para amantes del confort
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