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CON 72.531 matriculaciones (117.578 si se suman las del Scénic y el Grand Scénic), el Renault Mégane se ha convertido en el coche más vendido en España en 2004. Su amplia oferta de carrocerías, con siete variantes diferentes (tres, cuatro y cinco puertas, familiar, descapotable y monovolúmenes de cinco y siete plazas), es una de las claves de su éxito, porque le permite satisfacer los gustos y necesidades de un gran número de usuarios. Un aspecto vital, porque amplía el abanico de clientes potenciales. Pero su relación calidad / precio, que aporta un diseño moderno y distintivo, buenos turbodiésel y equipamientos completos a precios ajustados, explica también su popularidad.
Estas mismas virtudes se repiten en los otros dos coches compactos que completan los primeros puestos de los modelos más vendidos: los Peugeot 307 y Ford Focus, que lograron 69.448 y 60.308 matriculaciones, respectivamente. El 307 no tiene versión monovolumen, pero sí el Focus (C-Max), del que se compraron 25.137 unidades.
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