PropertyValue
opmopviajero:IPTCMediaType
  • text
opmopviajero:IPTCMimeType
  • text
opmo:account
is opmo:cause of
opmo:content
  • El Crosswagon utiliza como base la carrocería familiar del 156, y añade la tracción 4×4, suspensiones altas y otros detalles. El resultado es un turismo todocaminos, y, aunque no tiene los recursos de los todoterrenos en el campo, circula sin problemas en pistas de tierra. Además mantiene los valores deportivos de Alfa, y, lo que es más importante, no sacrifica la estabilidad y el confort en carretera, como sucede en la mayoría de los todoterrenos. Por dentro es como cualquier turismo y tiene un diseño refinado y acogedor. Pero la posición de conducción se queda justa en longitud y no deja estirar bien las piernas si se mide más de 1,80 metros. Un turbodiésel rápido El nuevo Alfa estrena la última evolución del motor 1.9 JTD turbodiésel, ahora con 150 CV y un cambio manual de seis marchas, todas bien escalonadas, para sacarle más partido. Así, responde al acelerador de forma inmediata casi desde el ralentí y lo hace con mucha fuerza y elasticidad. Después acelera progresivamente, aunque sin la contundencia que se espera tras la primera reacción al pisar el pedal. Pero llega con soltura hasta las 4.000 vueltas, mantiene el ritmo en las subidas sin tener que reducir y adelanta con nervio. Las prestaciones son brillantes para viajar, y el funcionamiento, suave y silencioso. Pero lo mejor es el consumo, muy bajo para un turismo 4×4 de su tamaño: poco más de siete litros a ritmos suaves y menos de nueve en ciudad, estirando las marchas y en tierra. Eficaz en ciudad y campo El sistema de tracción 4×4 permanente Q4 de Alfa funciona de forma mecánica según las órdenes del diferencial central Torsen, que reparte la potencia entre los ejes delantero y trasero según se necesite en cada momento. El resultado es una estabilidad muy lograda en asfalto: al contrario que otros todocaminos con carrocerías elevadas, apenas balancea en las curvas, obedece con gran precisión al volante y se comporta siempre con eficacia y deportividad. Y, aparte de ser muy fácil y agradable de conducir, no sacrifica el dinamismo, y mantiene un confort apropiado en los viajes largos. Además, el control de estabilidad VDC deja al conductor disfrutar la deportividad: sólo actúa cuando la situación empieza a ser crítica, y lo hace con suavidad y casi sin que se note. Y los frenos, con ABS, paran bien y dan seguridad. La tracción 4×4 permite circular sin problemas por carreteras nevadas, y combinada con las suspensiones puede afrontar las pistas de tierra. Absorbe los baches con solidez; gracias a los neumáticos mixtos y a su mayor altura al suelo es capaz de superar zonas de arena o barro. Pero no es un todoterreno, sino un turismo más alto que, a pesar de las protecciones, exige cuidado para no tocar abajo. Admite las excursiones en el campo, aunque evitando complicaciones. Porque no está pensado para superar obstáculos difíciles.
sioc:created_at
  • 20050219
is opmo:effect of
sioc:has_creator
opmopviajero:language
  • es
opmopviajero:longit
  • 486
opmopviajero:longitMeasure
  • word
opmopviajero:page
  • 15
opmo:pname
  • http://elviajero.elpais.com/articulo/20050219elpviamot_9/Tes (xsd:anyURI)
dcterms:rightsHolder
  • Diario El País S.L.
sioc:title
  • Para asfalto, tierra y nieve
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all