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Este es un viaje al recuerdo, a la infancia de Mariví Bilbao, la líder del trío Radio Macuto de la serie Aquí no hay quien viva. Una infancia marcada por las excursiones junto a su tía Elvira.
Hablemos de ella.
Era la hermana de mi abuela, que murió. Era soltera y siempre nos trató a mí y a mis hermanos como sus nietos. Entonces Bilbao era una ciudad oscura, no como ahora que incluso el río empieza a oler a mar. Los domingos, ella llegaba a casa y decía: "Hoy vamos a ver la ermita de Artxanda" o "la basílica de Begoña". Y nos sacaba por ahí. En verano nos llevaba a la playa de Ereaga, en Algorta, que está a 12 kilómetros de Bilbao, que entonces era lejísimos.
¿Alguna visita que recuerde especialmente?
Cuando teníamos gripe, íbamos con ella en tranvía a ver a san Felicísimo, un santo con el cuello cortado y lleno de sangre. Me daba muchísimo miedo. Cuando estrenaron Blancanieves nos llevó al cine, que entonces costaba 40 céntimos. También vimos una de indios y ella salió diciendo: "Jesús, la cantidad de gallinas que habrán tenido que matar para usar tanta pluma". Y después nos invitaba a merendar. Mis hermanos pedían bollos, y yo, chocolate en taza y pan tostado. Todavía recuerdo el olor.
¿Y el lugar más lejano al que les llevó?
A San Sebastián. "Es la tacita de plata del norte", decía. Fuimos en tren, que se tardaba ni te cuento.
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