PropertyValue
opmopviajero:IPTCMediaType
  • text
opmopviajero:IPTCMimeType
  • text
opmo:account
is opmo:cause of
opmo:content
  • Los conductores españoles parecen tenerlo claro: prefieren los coches diésel, o mejor dicho, los turbodiésel, que han borrado del mercado a los veteranos motores de gasóleo sin turbo. El año pasado se matricularon en España 1,5 millones de turismos, y el 65% utilizaba este combustible en vez de gasolina; es decir, 6,5 de cada 10. Y entre los todoterrenos la diferencia es aún más llamativa: de los casi 100.000 que se vendieron en el mismo periodo, cerca del 90% eran diésel. Son datos de ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes) y de la Dirección General de Tráfico. Sin embargo, la fiebre por el diésel tiene sus consecuencias, porque la fortaleza de la demanda eleva las tarifas de los coches y también las del carburante, al mismo tiempo que, en comparación, se reduce la de la gasolina y las de los automóviles que utilizan este combustible. Estos cambios pueden variar de forma sustancial la rentabilidad de una u otra elección a la hora de adquirir un coche nuevo. Cómo ver si interesa Lo mejor es comprobarlo con un ejemplo práctico. Un utilitario de gasolina cuesta 10.500 euros y su versión diésel equivalente en potencia sube a 12.000. El primero gasta unos ocho litros y el litro de eurosúper está a un euro, lo que supone ocho euros para recorrer 100 kilómetros. El diésel consume seis y el litro de gasóleo cuesta 0,90 euros: recorrer la misma distancia implicaría un coste de 5,40 euros. La diferencia es de 2,60 euros por cada 100 kilómetros, o 0,026 euros por kilómetro. Así, habría que hacer más de 57.600 kilómetros con el diésel para amortizar los 1.500 euros que cuesta de más frente al de gasolina (1.500 dividido entre 0,026). Los resultados dependen en gran parte de los precios de cada modelo y versión, por lo que es fundamental hacer siempre estos cálculos antes de decidir la compra. Los monovolúmenes, las grandes berlinas y los todoterrenos suelen ser los automóviles que presentan un diferencial de precio más elevado entre las versiones de gasolina y las de gasóleo. Hechas las cuentas, lo siguiente es comprobar el kilometraje anual que se realiza y los años que se piensa tener el coche (dos, cinco, diez). Aunque las depreciaciones son similares, hoy día es mucho más fácil encontrar comprador para un coche usado de gasóleo que para uno de gasolina. Otro aspecto económico de cierta importancia es el mantenimiento, porque los diésel, por su mayor par o fuerza de empuje, gastan antes las ruedas. Cuidados para el turbo El turbo es el responsable del empuje de los turbodiésel, pero requiere una atención especial para evitar averías. Así, es vital acelerar con mimo si el motor está frío (no pasar de 2.000 revoluciones) y también dejarlo al ralentí al menos 30 segundos antes de apagarlo, sobre todo cuando se para a repostar en los viajes por autopista. En este informe se analizan las diferencias de precio entre las versiones diésel y las de gasolina de varios modelos de cada categoría y los kilómetros que hay que recorrer para rentabilizar la inversión.
sioc:created_at
  • 20050827
is opmo:effect of
sioc:has_creator
opmopviajero:language
  • es
opmopviajero:longit
  • 1180
opmopviajero:longitMeasure
  • word
opmopviajero:page
  • 12
opmo:pname
  • http://elviajero.elpais.com/articulo/20050827elpviamot_1/Tes (xsd:anyURI)
dcterms:rightsHolder
  • Diario El País S.L.
sioc:title
  • Examen a la rentabilidad de los diésel
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all