opmo:content
|
-
CUENTA RUBÉN Rodríguez que en el chiringuito El Aborígena, en la playa de El Palmar (Vejer de la Frontera), se repite cada tarde la misma costumbre. "Se llena de decenas de jóvenes, que esperan tomando cervezas y mojitos la caída del sol. Aguardan a que se complete el espectáculo y entonces aplauden". Tanto le llamó la atención la primera vez que lo vio -las pasadas vacaciones en Cádiz junto a su mujer, Ana López-, que volvió al día siguiente para fotografiar el agradecido ritual: la despedida del sol tras una jornada de calentar esta amplísima playa de reflejos blancos. De siempre, una preferida de los amantes de los deportes acuáticos de tabla y viento, y cada vez más un gran éxito entre los bañistas del litoral gaditano. "Es fácil encontrar motivos para volver", dice Rubén. "Siempre hace buen tiempo. Y cuando no, da igual, que para eso está el pescaíto frito". El momento que recoge la instantánea, una de las treinta que tomó con la cámara de un amigo, es justo el previo al aplauso. "Antes de que todos vuelvan al chiringuito a seguir a lo suyo. Cervezas y mojitos el resto de la noche".
|