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Una interpretación moderna y asequible de la deportividad. El León tiene una línea con carácter y personalidad. Destaca el frontal afilado, los trazos fluidos y las puertas traseras muy disimuladas. Un familiar atractivo, práctico y eficaz.
Conducción: 50 puntos (1º)
Es el más apropiado para quienes buscan disfrutar al volante y tiene un carácter más deportivo que se aprecia en el tacto preciso de los mandos, la dirección, las suspensiones y las llantas de 17 pulgadas. Prima la eficacia con un comportamiento más ágil, gira en las curvas sin balancear y ofrece una estabilidad superior. Además frena muy bien, se conduce con dos dedos y da seguridad, aunque tiene unas reacciones más nerviosas que exigen más suavidad con el volante.
El motor 2.0 TDi responde con fuerza desde 1.700 vueltas y sube de régimen con rapidez y alegría. Lleva un cambio manual de seis marchas y ofrece unas prestaciones elevadas sin apenas esfuerzo: adelanta con brío y afronta las subidas ganando velocidad. La calidad de conducción está muy conseguida.
Vida a bordo: 40 puntos (3º)
La carrocería de cinco puertas es más práctica y no penaliza la imagen, pero tiene unas suspensiones más enérgicas y algo secas en los baches, y es el menos cómodo para los viajes largos.
El interior presenta un diseño sencillo y muy moderno, aunque con contrastes: los plásticos del salpicadero son atractivos, pero los de las puertas y la zona del cambio resultan algo pobres. Por lo demás, está bien aislado y su menor altura no agobia por dentro. Los asientos delanteros son cómodos, detrás tiene suficiente espacio para las piernas y cuenta con un maletero correcto y fácil de cargar. Sólo faltan más huecos para objetos delante y, sobre todo, atrás.
Seguridad: 16 puntos (1º)
Viene de serie con seis airbags y ABS y ESP, y es el único con sensor de presión de ruedas. El comportamiento es muy eficaz, pero tiene reacciones más nerviosas que exigen precisión al conductor.
Economía: 29 puntos (1º)
Más por menos. El León 2.0 TDi Sport-up cuesta 22.212 euros, casi 1.500 menos, y viene mejor equipado de serie. Aparte de los sistemas de seguridad y las cinco puertas, incluye climatizador bizona, radio-CD con cargador, ordenador de viaje, llantas de 17 pulgadas, cuatro elevalunas eléctricos y otros detalles. Además ha gastado menos en la prueba: seis litros en conducción suave y algo más de ocho en ciudad y estirando las marchas.
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