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Un utilitario con imagen y personalidad. Destaca la deportividad del frontal, inspirado en Maserati, y los trazos musculosos del conjunto.
Conducción: 42 puntos (3º)
Transmite las sensaciones de un coche mayor, tanto por tamaño como por aplomo en carretera. El motor 1.3 turbodiésel tiene sólo 1.249cc y, aunque rinde 90 CV, es su punto débil: su baja cilindrada provoca una respuesta más perezosa por debajo de 2.000 vueltas que limita el nervio en ciudad. Entre 2.000 y 4.000, tampoco tiene la fuerza de sus rivales, pero el cambio de seis marchas permite sacarle el máximo partido y ofrece unas prestaciones similares al Clio, aunque exige ir más atento al cambio para no perder ritmo en las subidas y al adelantar.
Destaca la estabilidad, muy buena en todos los trazados. Es noble y eficaz en las curvas, con un balanceo lateral comedido, y resulta muy consistente en carreteras rápidas, porque se comporta como si pesara más. Frena con potencia, tiene un pedal duro que da seguridad y ofrece una calidad de conducción correcta que sólo penaliza la falta de alegría del motor.
Vida a bordo: 43 puntos (1º)
Da más sensación de amplitud y tiene un puesto de conducción muy logrado. El diseño es moderno, con una consola central atractiva, un ambiente colorista y tapicerías divertidas. Pero presenta detalles pobres, como los plásticos austeros del salpicadero y una instrumentación superada. Los asientos delanteros son grandes y cómodos, y atrás ofrece más espacio para las piernas. En cambio, tiene un maletero algo más pequeño y sin rueda de repuesto (lleva kit antipinchazos) y le faltan huecos: bolsas en las puertas y respaldos, bandeja debajo del volante, repisa y posavasos junto al cambio y apoyabrazos opcional con cofre. La insonorización es correcta y las suspensiones filtran bien los baches y permiten viajar con confort.
Seguridad: 14 puntos (1º)
Viene con seis airbags y ABS, el ESP es opcional y ofrece un comportamiento dinámico tan seguro y eficaz como el del Clio.
Economía: 27 puntos (1º)
Cuesta igual que el Fiesta (14.550 euros) y viene equipado como el Clio: elevalunas delanteros eléctricos, cierre con mando, radio-CD y ordenador de viaje. Pero gasta casi medio litro más que ambos: seis litros a ritmos suaves y ocho estirando las marchas y en ciudad.
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