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Un plato de pasta, un pollo, unos huevos, un helado y una botella de vino. Cinco productos comunes que, después de ser filtrados por la creatividad de Ferran Adrià, se convierten en mundos gastronómicos para llevar. Es el concepto de Fast Go, la tienda que acompaña al segundo restaurante Fast Good de Madrid, inaugurado la semana pasada en la calle de Juan Bravo, 3 (el otro se encuentra en Padre Damián, 23). La clave es sencilla: comprar los ingredientes en un local agradable con decoración colorista y pop, seguir las instrucciones del chef de El Bulli y cocinar en casa de manera original y rápida. "Se trata también de una estrategia para que el cliente practique la cocina, aprenda recetas diferentes y disfrute haciéndolo", destaca José Pérez Barqueros, director de los restaurantes Fast Good, lanzados en 2004 por la cadena NH Hoteles con la colaboración de Adrià. Además de comer en el restaurante una hamburguesa, una ensalada, una sopa o un panino, en la tienda el cliente puede comprar, por ejemplo, un pollo y calentarlo: los hay de estilo cantonés, con miel y canela, con curry rojo y citronela o con hierbas provenzales molidas y vino blanco. El llamado mundo la pasta ofrece raciones de pasta fresca que se pueden mezclar con decenas de salsas y aderezar con varios tipos y texturas de quesos. Dos simples huevos se convierten en recetas que combinan espárragos, paletilla de ibérico, patatas paja y hasta leche condensada. Experimentando también con los helados, Adrià enseña las posibles combinaciones de sabores y las composiciones con frutos secos. Los vinos, en su mayoría propuestas clásicas (entre otros, ribera del Duero, rioja, somontano y penedès), están pensados especialmente para acompañar los platos de Fast Go. Las apuestas de Fast Good, que pronto abrirá otros dos restaurantes en Madrid, son la calidad y los precios asequibles (unos 15 euros por persona de media), explican los responsables del proyecto. El equipo de El Bulli realiza dos controles semanales, y cada día se renuevan además todos los productos para ofrecer platos sanos y con sabor. En Fast Good nada procede del congelador. Comida rápida "sin demasiadas prisas".

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