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Lanzar una berlina de lujo con éxito se ha convertido en un reto casi imposible para los fabricantes populares. La causa está en la imagen de marca, decisiva para los compradores y coto privado de los fabricantes alemanes de prestigio.
A pesar de los fracasos, Peugeot, Skoda, Renault, Lancia, Citroën y las marcas coreanas siguen insistiendo. Las dos primeras y las orientales lo intentan con diseños clásicos, como los 607 y Superb; Renault y Lancia han arriesgado con los Vel Satis y Thesis, pero las ventas han sido un desastre. Y Citroën propone ahora una vía alternativa con el C6, la interpretación moderna del legendario DS (Tiburón) y de los CX y XM posteriores, tres referencias en confort. El resultado es brillante, pero sus elevados precios pueden penalizar el esfuerzo.
La línea inconfundible de Citroën
El C6 mide 4,9 metros de largo y mantiene el culto al confort y la arquitectura de sus antecesores, con el frontal alargado, la zaga corta y el techo prolongado por detrás, como los cupés, para integrar con suavidad el maletero, que apenas sobresale. El diseño marca la diferencia con la línea clásica (tres volúmenes) de las grandes berlinas y aporta una personalidad definida y una visión distinta y meritoria, porque no sacrifica la elegancia y tiene una aerodinámica eficaz (CX: 0,31).
Destaca el rostro, con una original parrilla que integra los chevrones de Citroën y unos parachoques cuadrados en los extremos que transmiten solidez. En el lateral resaltan las ventanillas sin marco y los adornos cromados. Únicamente la zaga, inspirada en el anterior Audi A6, no está tan lograda: incluye una luneta cóncava llamativa y un alerón que se despliega a 65 km/h., pero el diseño de los pilotos, que sobresalen del capó, desentona con la elegancia discreta del conjunto.
Asientos traseros eléctricos
Las aportaciones del C6 siguen en el interior y buscan mimar a todos los ocupantes. Delante tiene dos butacas grandes con reglajes eléctricos y detrás cuenta con unas plazas generosas y mucho espacio para las piernas. Pero la novedad más interesante es el pack Premium opcional, dos butacas traseras individuales que permiten regular eléctricamente los respaldos para viajar recostado. Este detalle junto a la suspensión neumática y una insonorización impecable, convierten al C6 en un coche de referencia para viajar en silencio con el máximo confort.
Por lo demás, el interior es refinado y presenta un ambiente elegante y acogedor, con buenos materiales y detalles sofisticados, como los adornos cromados y las maderas nobles. Está bien acabado y sólo la consola central, un tanto austera, no está a la altura. Pero el resto transmite calidad y combina con gusto los tonos de las tapicerías y los plásticos. Y cuenta con suficientes huecos, como unas bolsas grandes en las puertas, apoyabrazos central, repisas...
Sólo dos motores V6
La gama del C6 tiene sólo dos motores V6 con cambio automático secuencial de seis marchas: 2.7 HDi de 208 CV en diésel (desde 47.800 euros) y 3.0 de 215 CV en gasolina (44.800 euros). Los precios son altos, pero incluyen un equipo de serie superior al de sus rivales alemanes. El acabado básico viene ya con nueve airbags (uno de rodillas), ESP, suspensión neumática, climatizador bizona, asientos delanteros eléctricos, radio-CD con MP3 y pantalla en color, regulador de velocidad, faros bixenón, sensores de lluvia y faros... El Pallas añade tapicería de ante (Alcántara), sensores de aparcamiento, faros direccionales... Y el Executive es un despliegue exquisito con navegador, asientos de cuero con memoria, alerta de cambio de carril, conexión bluetooth...
Conclusión
El C6 es una berlina diferente que impresiona por su comodidad. No tiene la imagen de las marcas alemanas y cuesta casi igual, pero ofrece una línea y un interior elegantes, y un completo equipo de serie. Aporta una calidad de conducción sobresaliente y una estabilidad y confort impecables que marcan la diferencia y convierten los viajes en un placer.
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