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El Clase S transmite calidad desde el primer momento y permite disfrutar de las tecnologías más avanzadas, aunque muchas son opcionales. Combina seguridad, confort, calidad de conducción y prestaciones en un conjunto armonioso que impresiona por su equilibrio. Pero sobre todo anticipa cómo será la conducción del futuro y muestra la influencia creciente de los sistemas electrónicos de seguridad para ayudar al conductor, corregir sus errores e incluso sustituirle actuando por sí solos en caso de peligro.
Motor 3.5 V6 y siete marchas
La versión básica en gasolina del Clase S monta el nuevo motor 3.5 V6 con 272 CV y cambio automático secuencial 7G-Tronic de siete marchas. La respuesta es impecable desde bajo régimen hasta 6.500 vueltas, destaca por su suavidad y tiene un tacto muy refinado e ideal para una berlina de lujo, porque no se notan ni los cambios de marcha. Además, mueve muy bien el peso, no se echa en falta más potencia al adelantar y ofrece unas prestaciones brillantes para viajar, con una respuesta instantánea al acelerador y recuperaciones impecables. Y todo con un consumo ajustado para su tamaño, porque gasta 10 litros en conducción suave y no llega a 14 en ciudad ni estirando las marchas.
Hacia el piloto automático
Aunque el S 350 pesa 1.880 kilos y mide 5,07 metros, se conduce como un coche mucho más pequeño y ligero, y nunca da sensación de pesadez. Una de las claves es la suspensión de serie Airmatic, que regula automáticamente la altura al suelo y la dureza de cada amortiguador según el tipo de conducción y el piso, y permite seleccionar con una tecla entre dos programas, Sport y Confort. Con esta tecnología, el S 350 obedece dócilmente al volante, gira en las curvas con una precisión exquisita sin apenas balanceos laterales y ofrece una estabilidad a toda prueba en cualquier trazado. En zonas muy viradas se muestra ágil y eficaz, circula con mucho aplomo en carreteras rápidas y autopista, y se conduce siempre sin el menor esfuerzo. Y a la vez mantiene una calidad de rodadura impecable que filtra todo y permite viajar con el máximo confort, como si flotara sobre un colchón de aire.
La comodidad y eficacia de este coche del futuro va acompañada de un completo equipo de seguridad que reduce los riesgos al mínimo. Los frenos paran con poderío y equilibrio, el ESP hace su trabajo con discreción para evitar cualquier derrapaje y el radar antichoque Distronic Plus opcional (3.238 euros) mantiene la velocidad elegida y frena por sí solo si se supera la distancia de seguridad con el coche de delante. Este último es muy práctico para los viajes, los atascos y las caravanas, porque corrige las distracciones y supone un nuevo paso hacia la conducción automática.
Estas tecnologías y otras, como el sistema de visión nocturna, sitúan al Clase S como el modelo más avanzado del mercado.
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