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Jordi Clos, dueño de la cadena Derby, presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona y filántropo de pro, fundador del Museo de Arte Egipcio, estrena otro hotel soho en el Eixample de la capital catalana. Tras el éxito en Madrid con el Urban, el nuevo establecimiento de la calle Granados, 83, reproduce gran parte de sus claves estéticas y arquitectónicas. Hierro roblonado y ladrillo. Acero pretensado y cristal. Dos ascensores panorámicos, desde la planta sótano hasta la cubierta de vidrio que protege el atrio. Bajo su costillar de acero ondulado se proyectan, a través del solárium, dos piscinas longitudinales que ejercen de belvedere sobre las fachadas y los tejados vecinos.
Como el Urban madrileño, el Granados 83 pretende constituirse en un hotel de referencia en Barcelona. Para ello ha fichado a un malabarista de las relaciones públicas como es Pepe García, que ya dio muestras de su talento en la Hacienda Benazuza. La fachada es de corte neoclásico; el vestíbulo, de mármol travertino rojo; la recepción, retroiluminada; el bar de copas, dominado por un monitor grande de plasma, y con una terraza exterior en la que cenar.
Joaquim Clos, hijo del propietario, inicia su carrera hostelera al frente de este establecimiento. Es de agradecer su talante cosmopolita en ambientar musicalmente los desayunos, de bufé y a la carta, con zumos naturales, servidos en la terraza de verano, sobre una tarima de teca, o en el interior, junto a una puerta indonesia centenaria.
Paredes de obra vista
Al estilo de los lofts neoyorquinos, los dormitorios reproducen el ambiente industrial del resto del edificio en sus paredes de obra vista, en el pavimento de madera de cebrano, en la estructura de planchones de hierro fosfatado y en el mobiliario. Un cabezal de piel sobre la cama pone el contrapunto hogareño a la estancia. Todo, ambientado con el sistema Lutron de iluminación por escenas. Salvo algunas incomodidades, como la ubicación recurrente del cuarto de baño a un lado de la entrada o el mal desagüe ocasional de la bañera, este Granados 83 no es un hotel para hacernos sentir en casa. Es, sugiere Clos, para que cuando estemos en casa pensemos en volver.10
DORMIR Nomenclátor:Puntuación de 0 a 10Buena relación calidad / precioCEstablecimiento con encantoAEntorno ecológico
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