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  • El Allroad comparte la base y el interior del A6 Avant, y añade una suspensión regulable y protecciones de carrocería para evitar daños en el campo. Es un coche completo y sofisticado, pero le faltan detalles como la regulación eléctrica de los asientos o el control de velocidad, que a pesar de su precio son opcionales. Suspensión adaptativa El nuevo Audi es un turismo, pero circula en el campo casi con los recursos de un todoterreno ligero, porque tiene tracción 4×4 y una suspensión neumática adaptativa con cinco programas. El Automático mantiene una altura al suelo de 140 milímetros y baja a 125 si se pasa de 120 km/h. El Dynamic o deportivo la fija a 125, pero con reglajes más enérgicos. Y el Confort la bloquea a 140 y prima la comodidad. Hay dos modos más para campo, el Allroad, que eleva la carrocería a 175 milímetros del suelo si se circula a menos de 80 km/h., la baja a 160 entre 80 y 120 km/h. y llega a 140 si se pasa de 120 km/h. Y el Lift, que funciona sólo por debajo de 35 km/h. con una altura de 185 milímetros y sirve para superar obstáculos. El sistema parece complicado, pero no exige parar para cambiar de programa. Y como todos funcionan bien, siempre hay uno idóneo. Con los tres de asfalto, el Allroad circula con el aplomo, estabilidad y confort de un A6, tanto en trazados rápidos o autopista como en zonas viradas. Y es más cómodo que los todoterrenos, porque tiene un comportamiento más noble y eficaz, balancea menos y obedece con más precisión al volante. Aunque el modo Automático evita complicaciones, si se busca comodidad es mejor el Comfort, y para disfrutar la eficacia, el Dynamic. Por lo demás, frena con poderío y el ESP está adaptado a la conducción 4×4. En el campo sucede algo similar y el modo Automático es idóneo para caminos en buen estado. En pisos muy rotos es mejor el Allroad, que sube la carrocería y evita riesgos, y el Lift sólo se usa para vadear ríos o superar obstáculos difíciles. En cambio, ya no lleva reductora y tiene menos recursos que su antecesor en situaciones críticas. Motor 3.0 TDi y cambio en el volante El motor 3.0 V6 TDi aporta la mejor relación entre potencia y consumo de la gama: mueve bien el peso, acelera con brío y gasta lo justo. Rinde 233 CV y con el cambio Tiptronic de seis marchas ofrece unas prestaciones brillantes, adelanta sin apuros y sube sin perder el ritmo. Y sobre todo permite conducir a la carta, porque se puede llevar en modo automático (reduce por sí solo), o cambiar manualmente (con la palanca o desde el volante). En todos los casos el conductor se siente a gusto y seguro, aunque conviene vigilar la velocidad, porque como es muy silencioso apenas se nota. Los consumos son ajustados y reflejan su buena aerodinámica: gasta unos nueve litros en conducción suave, no llega a 12 si se apuran las marchas y sólo pasa de ahí en tráfico urbano denso.
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  • Para asfalto y campo
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