ELPVIAVJE_11.TES | webenemasuno.linkeddata.es

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opmo:content	Los espacios multiusos están de moda. Como Isolée, una tienda con lo último en moda en la que, rodeados de muebles de diseño, también se compran delicatessen, libros, revistas, música, complementos para la casa, y donde se puede tomar una copa. Proyectado por la interiorista y arquitecta Teresa Sapey (Cuneo, Italia, 1962), el local está concebido "para un público interesado en la cultura del diseño y la gastronomía", relata la autora. El espacio, muy rectangular, presenta dos plantas que ocupan 400 metros cuadrados en el madrileño barrio de Chueca. Tiene una fachada de piedra con un gran árbol de chapa metálica negra en la esquina, que se convierte en parte del motivo gráfico del interior, donde extiende sus ramas configurando estantes, armarios o cajones. Nada más entrar aparece el bar. Las butacas Tokyo Pop, del diseñador japonés Tokujin Yoshioka para la empresa Driade, se alternan con mesas bajas de metacrilato de Sapey. Rectas y curvas se alternan. El contrapunto al organicismo de las butacas y los estantes en los que está la comida lo pone una barra de corian (un material muy resistente) que ocupa buena parte del bar. Detrás aparecen la zona de delicatessen y la tienda de moda. En el sótano, los aseos se cierran con vidrio al ácido. Pero la mayoría de esta planta la ocupa el lounge, donde unos espectaculares sofás en rojo y blanco componen una suerte de escultura geométrica. Un gran vidrio retroiluminado ayuda a pensar que estamos frente a un gran ventanal que el sol baña suavemente. También en Chueca, Sapey ha proyectado una planta del aparcamiento público de la plaza de Vázquez de Mella, la joyería Elsa Bijoux y la tienda de moda Amore e Psique. En Vázquez de Mella se descubren neones con citas de La divina comedia, una gráfica muy cuidada y color, mucho color. Y se proyectan imágenes en las que, por ejemplo, gente del barrio se besa. "La arquitectura debe ser arte", insiste Sapey. Interiores artísticos y sonrientes.
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Los espacios multiusos están de moda. Como Isolée, una tienda con lo último en moda en la que, rodeados de muebles de diseño, también se compran delicatessen, libros, revistas, música, complementos para la casa, y donde se puede tomar una copa. Proyectado por la interiorista y arquitecta Teresa Sapey (Cuneo, Italia, 1962), el local está concebido "para un público interesado en la cultura del diseño y la gastronomía", relata la autora. El espacio, muy rectangular, presenta dos plantas que ocupan 400 metros cuadrados en el madrileño barrio de Chueca. Tiene una fachada de piedra con un gran árbol de chapa metálica negra en la esquina, que se convierte en parte del motivo gráfico del interior, donde extiende sus ramas configurando estantes, armarios o cajones. Nada más entrar aparece el bar. Las butacas Tokyo Pop, del diseñador japonés Tokujin Yoshioka para la empresa Driade, se alternan con mesas bajas de metacrilato de Sapey. Rectas y curvas se alternan. El contrapunto al organicismo de las butacas y los estantes en los que está la comida lo pone una barra de corian (un material muy resistente) que ocupa buena parte del bar. Detrás aparecen la zona de delicatessen y la tienda de moda. En el sótano, los aseos se cierran con vidrio al ácido. Pero la mayoría de esta planta la ocupa el lounge, donde unos espectaculares sofás en rojo y blanco componen una suerte de escultura geométrica. Un gran vidrio retroiluminado ayuda a pensar que estamos frente a un gran ventanal que el sol baña suavemente. También en Chueca, Sapey ha proyectado una planta del aparcamiento público de la plaza de Vázquez de Mella, la joyería Elsa Bijoux y la tienda de moda Amore e Psique. En Vázquez de Mella se descubren neones con citas de La divina comedia, una gráfica muy cuidada y color, mucho color. Y se proyectan imágenes en las que, por ejemplo, gente del barrio se besa. "La arquitectura debe ser arte", insiste Sapey. Interiores artísticos y sonrientes.

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