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1 Posada de Calatrava (CIUDAD REAL)
Muy manchega, muy quijotesca, muy confortable. Entrar a esta antigua casa de labranza es hacerlo en un trocito de La Mancha, que por estas fechas se cubre con los colores ocres, oro y teja de las viñas otoñales. Jesús Cabrero y Juan Coperias han llevado a cabo la rehabilitación de los vetustos muros, patios y cuadras de una mansión solariega en un silente pueblo calatraveño. El mestizaje de tonos rojo, azul y albero conjura la sobriedad del paisaje. Hay elegancia y buen gusto en cada detalle, ya sean las lámparas de forja o las cortinas de lino. Las habitaciones ocupan los que fueron corral y cuadras en torno al patio porticado. Parte importante del negocio es el restaurante, con un recetario que fusiona lo manchego con vanguardia.
- La Posada de Calatrava (926 46 62 35 y 654 49 54 64). Villamayor de Calatrava, Ciudad Real. De 85 a 140 euros. Desayuno incluido.
2 Tierras de Moya
(CUENCA)
A un paso del imponente castillo de Moya, este alojamiento sorprende también por su no menos imponente figura. Sus tres atípicas alturas fueron levantadas en el siglo XVIII por una familia adinerada de Valencia con grandes muros de piedra que garantizan la calidez interior ante los primeros fríos del otoño, que en esta serranía llegan pronto. Un abolengo que se nota aún en la amplitud de los salones, los muebles clásicos, la decoración serena y refinada y el ambiente rústico pero sin recargar. El interiorismo de Tierras de Moya bucea en la distinción y la armonía. El porche trasero incita a desayunos de holganza al calorcito de la mañana otoñal con torrijas caseras y zumo de naranja natural. El jardín herbáceo, con piscina y sala de juegos, ayuda a pasar las horas que no se dediquen a visitar los alrededores.
- Tierras de Moya (969 36 15 77). Los Huertos de Moya, Cuenca. Dobles, de 80 a 95 euros. Suites cuádruples, de 110 a 220.
3 El Lugar de Teresa
(VALENCIA)
A Joana Sans, la propietaria de esta agradable casa de la montaña valenciana, le gusta decir que es una vivienda reconstruida, no rehabilitada. Porque pese a su apariencia de bucólica casita de la abuela, casi todo lo que se ve es de nueva construcción. Una divertida y relajante ambientación, entre lo naïf y lo étnico, preside las estancias. Hay muchos detalles de color, una iluminación cuidada, paredes de enfoscado rústico, muebles orientales y lámparas marroquíes. Los espacios de la casa, en general, no son muy grandes, y algunos baños andan justitos de espacio, pero lo compensan con una decoración alegre. Una casa para disfrutar del suave y luminoso otoño mediterráneo y de la amabilidad de la propietaria.
- El Lugar de Teresa (961 89 34 32 y 618 64 60 71). Teresa de Cofrentes, Valencia. Dobles, 75 euros, con desayuno incluido (en temporada baja, estancias de más de dos noches, 60 euros).
4 La Tila
(PALENCIA)
Un antiguo caserón solariego de la montaña palentina, convenientemente segmentado, ha dado lugar a tres casas rurales de diversa capacidad (dos, cuatro y ocho plazas), donde prima la rusticidad bien entendida. El escenario otoñal lo ponen los bosques caducifolios de roble y castaño de la Montaña palentina y el parque natural de Fuentes Carrionas, todo un espectáculo de color en estas fechas. De la casa grande destaca el enorme salón, con bancadas que dan a la chimenea. Las cuatro alcobas ocupan las plantas superiores, con pequeños homenajes a la arquitectura local, como los cabeceros hechos con maderos y ladrillo en espiga. La casa de cuatro plazas, antigua cuadra, es de más reciente construcción y goza de un interiorismo más refinado. Entre ambas está La Panera de la Tila, una casita pensada para parejas, con un solo dormitorio y un encantador salón con chimenea. Las tres casas tienen su propio jardín.
- La Tila (637 79 42 12 y 678 86 09 10). Roscales de la Peña, Palencia. Fin de semana (dos noches), 120 euros para dos personas; 170 euros para cuatro, y 265 euros para ocho personas.
5 El Sequer
(ALICANTE)
Luz mediterránea y colores caribeños se alían en este alojamiento perfecto para una pareja sola o con dos niños que quieran disfrutar de un valle con olor a azahar en el que el veranillo de San Martín se prolonga hasta casi el final del otoño. El entorno no puede ser más idóneo: una casita en planta baja, rodeada de un jardín con piscina. En este antiguo secador de uva pasa se han recreado todas las excelencias de un alojamiento rural sencillo pero de calidad. Un precioso jardín con limoneros, higueras, nísperos y naranjos recibe al cliente. Por dentro se ha conservado el pozo antiguo a un costado del salón. Vajillas, colchas y telas combinan con ese tono azul celeste tan alicantino que preside toda la decoración.
- El Sequer (966 42 40 56). Benimeli, Alicante
. Fin de semana (dos noches), entre 290 y 360 euros, según temporada.
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