PropertyValue
opmo:account
opmo:content
  • En plena marea de la Copa del América, los aficionados a la vela prefieren recostarse, entre regata y regata, justo enfrente del puerto de Valencia. Ahí, flanqueado por el edificio gótico de las Reales Atarazanas y la iglesia de Santa María del Mar, el empresario Kike Sarasola ha inaugurado un hotel de su cadena Room Mate cuyo lema es que los espectadores del histórico evento se sientan antes amigos o compañeros de piso (room mate) que clientes corrientes y molientes. Al atractivo de un precio ajustado se añaden las hechuras contemporáneas de un edificio proyectado por el arquitecto Luis López Sigilo en hormigón, vidrio y acero, luminoso como pocos en la ciudad, elevado sobre dos plantas de instalaciones comunes que parecen subvertir el orden mediterráneo de la plaza con su aire neoyorquino. Aquí coinciden estos días los delegados e invitados de la firma Louis Vuitton, que patrocina el evento deportivo. Un choque sonoro Resulta verdaderamente chocante que a un amigo, como reza el mensaje publicitario de la cadena, se le exija la tarjeta de crédito como garantía previa de su reserva. O que se le confine el vehículo en un aparcamiento público por no utilizar el propio garaje del edificio. O que se le haga firmar un recibo cada vez que pida una consumición en el bar. Lo que sí hay que rogarle al compañero de piso es que revise la bomba del agua para que la ducha mane sin tantas fluctuaciones de temperatura. Que mande también al fontanero reparar los sumideros, que no tragan bien. Que mejore la insonorización del edificio, pues los ruidos de la calle se filtran a través de las ventanas, incluso en los días en que no se celebran fallas. Y, finalmente, que deje abierta a los huéspedes la azotea, pues las vistas sobre la fachada marítima lo merecen ahora que se acerca el verano. Nada desentona en los dormitorios, funcionales en exceso o minimalistas, según se mire. Mobiliario en negro, salvo el carmesí de las sillas; colchas y tabiques en tonos crudos; cabeceros chapados en oscuro, y un pavimento serio en madera de jatoba. Aquellos que marcan el chaflán merecen un gasto extra, por ser los más luminosos, con vistas sobre las Atarazanas. Además de servir para la foto, una manzana depositada sobre la mesilla de noche resulta de lo más alegórica para una noche de tentaciones mediterráneas.
sioc:created_at
  • 20070421
is opmo:effect of
sioc:has_creator
opmopviajero:language
  • es
geo:location
opmopviajero:longit
  • 472
opmopviajero:longitMeasure
  • word
opmopviajero:page
  • 11
opmo:pname
  • http://elviajero.elpais.com/articulo/20070421elpvialbv_4/Tes (xsd:anyURI)
opmopviajero:refersTo
opmopviajero:subtitle
  • MARINA ATARAZANAS, el hotel de la cadena Room Mate en Valencia
sioc:title
  • Viento y velas en la Copa del América
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all