|
opmo:content
|
-
Con el nuevo Bravo, Fiat recupera el mejor diseño italiano para ofrecer un familiar atractivo con gancho comercial. Este modelo ofrece también un interior resuelto con estilo y soluciones técnicas, como los motores turbo de gasolina y baja cilindrada, que mejoran las prestaciones y los consumos. Pero sobre todo tiene unos precios económicos, que incluyen un equipo de serie correcto y lo sitúan entre los modelos más baratos de su tamaño. Y sus virtudes se refuerzan con un descuento de 1.500 euros que llega hasta 2.500, según versiones, si se entrega un coche usado.
Si el nuevo Punto ha permitido a Fiat recuperar el pulso en Europa, el Bravo tiene todo lo necesario para confirmar la mejoría.
Cambio de diseño
El nuevo Bravo rompe con los experimentos estéticos de modelos como los Multiplá, Coupé y Stilo, y supone la vuelta a la tradición de la marca, identificada con la deportividad del diseño italiano. El artífice del cambio es el malagueño Frank Stphenson Santos, autor del nuevo Mini, que dirige el Centro Stile de Fiat y es el hombre de moda en diseño del automóvil.
El Bravo lleva su sello, y sustituye al Stilo. Mide 4,34 metros, ocho centímetros más, y tiene una imagen mucho más sugerente. El frontal en cuña con los ángulos redondeados se inspira en Maserati, como el del nuevo Punto, y afirma su carácter. El parabrisas muy tumbado mejora la aerodinámica, y el lateral de trazo ascendente y el techo, que cae por detrás, acercan la línea a la de los cupés. Además, las aletas abombadas, las grandes llantas y la solidez de la zaga remarcan su deportividad. Pero lo mejor es que la fuerza del conjunto le sitúa entre los coches más seductores de su tamaño.
Un interior con estilo propio
El diseño interior está también muy logrado. Estrena un salpicadero de calidad que incluye una consola central moderna y elegante. Cuida los detalles con unas formas suaves que integran la instrumentación, las salidas de aireación y todo el conjunto. Y combina con buen gusto los plásticos y materiales para crear un ambiente atractivo que transmite calidad.
La habitabilidad es correcta delante, pero sacrifica un poco el espacio para las piernas en las plazas traseras para ofrecer un buen maletero. Incluye una guantera muy profunda, un apoyabrazos central con espacio interior para enfriar botellas y muchos huecos más pequeños. Pero el punto débil son los asientos, incómodos delante y duros atrás. En cambio, las suspensiones priman el confort, está bien aislado y permite viajar con comodidad y seguridad.
Motores turbo de gasolina
La gama inicial incluye tres motores, un 1.4 16v. de 90 CV en gasolina (desde 14.900 euros) y dos 1.9 Multijet turbodiésel de 120 y 150 CV (17.490 y 22.250 euros). Los dos primeros llevan cambio manual de cinco marchas, y el otro, de seis; y todos se revisan cada 30.000 kilómetros. Hay cuatro acabados, y el básico, Active, incluye de serie cuatro airbags, ABS, radio-CD, elevalunas delanteros eléctricos y cierre con mando. El Dynamic añade airbags de cortina, climatizador y control de velocidad. El Emotion suma ESP, sensores de lluvia y faros, elevalunas traseros y MP3. Y el Sport lleva suspensión y detalles deportivos, y el sistema Blue & Me, de Microsoft, que integra bluetooth y lector de mensajes SMS y MP3 con puerto USB accionables con la voz (cuesta 325 euros, como opción). La gama se completará con un innovador 1.4 T-Jet (turbo de gasolina) de 150 CV (verano) y 120 CV (otoño) y con las carrocerías de tres puertas y familiar.
Conclusión
El Bravo es un familiar compacto de línea atractiva e interior moderno y elegante. No destaca por su amplitud, pero tiene un buen maletero, motores eficientes, un comportamiento cómodo y seguro, y un equipo de serie correcto. Y su punto fuerte son los precios, inferiores a los de sus rivales.
|
![[This page as RDF]](http://webenemasuno.linkeddata.es/static/rdf-icon.gif){kind=icon}