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  • Es el prototipo más sofisticado que ha creado Citroën en los últimos años. El C-Metisse se presentó en octubre de 2006 en el Salón de París y fue uno de los protagonistas de la muestra, tanto por su llamativo diseño como por su innovadora mecánica híbrida. Ahora se ha podido conducir y analizar a fondo, y aunque la marca no lo confirma, es probable que su mecánica acabe motorizando a futuros modelos de Citroën o Peugeot, como el nuevo 608, previsto para 2008. Además, algunos de sus rasgos estéticos, como parte del diseño del frontal, podrían aplicarse en el próximo Citroën C5. Vestido con una rompedora carrocería de cupé grande, el C-Metisse impacta por su estética. Es bajo, ancho, largo y muy afilado, y parece un superdeportivo del futuro. Mide 4,7 metros de longitud por 2 de anchura y tiene una altura mínima de 1,2 metros. La aerodinámica está cuidada (CX: 0,30), gracias a que, aparte de que sus dimensiones otorgan una base de partida idónea, la carrocería tiene ángulos suaves, lleva los bajos carenados e incluye detalles eficientes, como unos estilizados retrovisores. El peso ha recibido también una atención especial, porque junto con la aerodinámica es otro de los aspectos que más afectan al rendimiento de cualquier automóvil. Toda la estructura interna es de fibra de carbono, el material estrella de los fórmula 1, y contribuye a que el C-Metisse pese sólo 1.400 kilos, muy poco para su tamaño y características. Así, la mecánica híbrida diésel puede ofrecer mejores resultados. El acceso al interior se realiza a través de cuatro puertas de apertura vertical, que dejan más hueco de paso que las convencionales y añaden un toque de impacto visual. El habitáculo, de estilo minimalista e hipermoderno, incluye cuatro butacas individuales bastante cómodas. El asiento del piloto es fijo, y para ajustar la postura de conducción se acercan o alejan los pedales y el volante. Otros detalles curiosos son los reposacabezas, que van anclados al techo en lugar de a los asientos, y la zona superior del retrovisor interior, que es donde lleva el botón de arranque. Además, la consola central se prolonga hasta las plazas traseras y divide el habitáculo a lo largo. Cada ocupante dispone de mandos de climatización propios.
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  • Laboratorio rodante de Citroën
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