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Cambio de tercio. El nuevo Mazda 2 abandona la carrocería monovolumen del modelo actual y presenta una arquitectura más afilada y sugerente, que se viste además con un traje deportivo y original. El nuevo formato mejora el atractivo sin penalizar la habitabilidad, y unido a un tamaño algo inferior y a una ingeniería más avanzada ha permitido reducir el peso. De esta forma, el nuevo utilitario japonés es unos cien kilos más ligero que sus rivales, y este detalle se aprecia en los consumos, que son de los mejores. Los tres motores que se ofrecen de entrada -1.3 de 75 y 86 CV y 1.5 de 103 CV- gastan menos de seis litros y emiten entre 129 y 140 g/km de CO2. En enero de 2008 llegará un 1.4 CRTD turbodiésel (68 CV) que baja a 4,3 litros y 114 g/km de CO2.
El nuevo Mazda 2 se comercializará en España a partir de octubre con unos precios entre 11.990 (1.3 de 75 CV) y 15.990 euros (1.5). Es más caro que los utilitarios veteranos (Ibiza, C3 o Fiesta) y más asequible que los de última generación (207, Clio, Yaris), pero tiene un equipamiento superior a lo normal que justifica en parte la diferencia: todos vienen de serie con aire acondicionado y radio-CD con MP3. Los precios incluyen un impuesto de matriculación del 7%, pero como en 2008 pagarán el 4,75% gracias a sus bajas emisiones, la marca ha decidido descontar ya el 2,25% de diferencia, con lo que se situarán entre 11.720 y 15.630 euros.
'Dieta' de adelgazamiento
El Mazda 2 mide 3,9 metros de largo y es más pequeño que los utilitarios más recientes. Pero ofrece una buena habitabilidad -atrás puede acomodar a adultos de 1,85 metros- y tiene un maletero de 250 litros. Su menor tamaño, y también una dieta mecánica que ha aligerado muchos componentes, han permitido reducir el peso a 1.030 kilos (sólo la carrocería pesa 22 kilos menos).
La ligereza y un chasis más eficaz (el mismo del próximo Ford Fiesta) otorgan agilidad y estabilidad para disfrutar al volante. El Mazda 2 es silencioso, consistente y tiene detalles que mejoran el confort, como el cambio en la consola. Y ofrece una calidad de conducción de coche grande, como se espera de un modelo de última generación. En cambio, presenta aspectos mejorables -el salpicadero, de diseño original, pero con una presentación apagada-, y algunos detalles pobres que reflejan el ahorro de costes, como los frenos traseros de tambor.
El equipamiento va asociado a los motores: el 1.3 Active (75 CV) viene con ABS, doble airbag, aire, radio-CD con MP3, elevalunas eléctricos y cierre con mando; el 1.3 Active+ (86 CV) suma seis airbags, climatizador y ordenador, y el 1.5 Sportive añade ESP, acceso y arranque sin llave, sensor de lluvia y luces, y una carrocería de decoración deportiva.
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