PropertyValue
opmo:account
opmo:content
  • Acaso alguien pone en duda que se puede comer bien a la carta por una cantidad de dinero moderada? ¿Existen en España restaurantes de cocina refinada donde después de sumar el precio de cualquiera de sus entrantes, más algún plato principal, un postre y una copa de vino, las facturas rara vez sobrepasan los 20 euros, incluidos impuestos? El desafío lo acaban de asumir en Barcelona tres jóvenes profesionales -Fidel Puig (cocina salada), Santi Rebés (dulces) y Cristina Torras (sala)-, formados junto al pastelero Jordi Butrón en la escuela Espai Sucre, que el pasado mes de noviembre abrían Embat, un local en la zona de l'Eixample. Primeras apariencias Restaurante inaparente, adecentado de forma sencilla, donde la calidad de sus platos es muy superior a lo que dejan entrever las primeras apariencias. ¿De qué modelo de negocio se trata? ¿Nos encontramos ante un caso más de esa corriente bistronómica (bistrot + gastronomía), término acuñado por el francés Sebastián Demorand hace años? ¿Estamos ante un restaurante surgido en tiempos de crisis con precios insostenibles a medio plazo? Nada de eso. Ni parece un local de vida efímera, ni tampoco importa la etiqueta que se le ponga. De lunes a viernes en su carta de mediodía figuran entrantes divertidos, algunos tan sabrosos como la sepia estofada con huevo poché, o unas lentejas con foie-gras y manitas de cerdo, especialidades que rondan los seis euros. Alta repostería Entre los segundos, un arroz de pulpitos de sabor poderoso, perjudicado por exceso de estragón, o un suculento jarrete de ternera en compañía de patatas chafadas, ambos en el entorno de los ocho. Y para concluir, varias muestras de alta repostería: bizcocho de aceite con granizado de limón, sopa de frutas con helado de yogur o flan de cacao con leche de almendras, todos a 3,50 euros. Es lógico que, al poco tiempo de su inauguración, Embat haya roto el mercado y disfrute de un éxito creciente. Como es normal, la casa tiene sus contrapartidas. En la sala se respira la modestia de las trattorias romanas, el servicio es lento, y el ambiente, ruidoso. En turnos de noche todo se modifica. La carta se torna más sofisticada, se propone un menú degustación y los precios se retocan al alza.
sioc:created_at
  • 20080209
is opmo:effect of
sioc:has_creator
opmopviajero:language
  • es
geo:location
opmopviajero:longit
  • 648
opmopviajero:longitMeasure
  • word
opmopviajero:page
  • 10
opmo:pname
  • http://elviajero.elpais.com/articulo/20080209elpvialbv_3/Tes (xsd:anyURI)
opmopviajero:refersTo
opmopviajero:subtitle
  • EMBAT, tres jóvenes profesionales que convencen con sus propuestas en Barcelona
sioc:title
  • Comer bien por 20 euros
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all