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  • Cambio de diseño en Citroën con la mirada puesta en las berlinas medias de las marcas alemanas de prestigio. El nuevo C5 abandona la atonía estética de su antecesor y adopta una imagen más deportiva y sugerente inspirada en Audi y BMW. La revolución estética sigue en el interior con una presentación más elegante, estrena la última evolución de la suspensión neumática Hidractiva III + y mantiene su variedad de motores, con cuatro turbodiésel. El lanzamiento en España es inminente: la berlina llegará a final de marzo, y un mes después la versión Tourer (familiar), ambos con precios estimados similares a los actuales, desde 21.500 euros (1.8i). El C5 confirma el cambio de diseño iniciado en el Picasso y refleja la evolución sociológica de los clientes de las berlinas. Ahora son más jóvenes y no aceptan el clásico coche de padre de familia, más funcional que atractivo, y mejor representado por monovolúmenes y todoterrenos, más prácticos y versátiles en el día a día. Inspiración alemana Las berlinas se quedan para quienes valoran su mayor dinamismo y disfrute en la conducción, pero estos clientes exigen un envoltorio atractivo y acorde con su personalidad. Y ahí se dirige el C5, rival de los Passat y Mondeo, pero con un estilo más deportivo y cercano al 407. Se inspira en los BMW Serie 3 y Audi A4, que con el Mercedes Clase C son los modelos más exclusivos y superan ya en Europa las ventas de las marcas populares. El nuevo C5 es uno de los más grandes, 4,78 metros, como el Ford y el VW (4,76). Mide tres centímetros más de largo que el anterior, pero es tres centímetros más bajo, lo que crea una imagen más afilada y a la vez maciza, que, junto a los nuevos detalles (faros, pilotos...), afirma su deportividad. El frontal tiene los ángulos redondeados, las dos aspas de Citroën de lado a lado y dos entradas de aire verticales separadas en el centro por la matrícula, como los Audi y VW. En el lateral destacan los nervios de las puertas, que junto al borde del capó trasero recuerdan a BMW. Y el arco que forma el techo por detrás se parece al del Passat. Sin embargo, el conjunto fusiona todo en armonía y presenta una imagen deportiva y elegante que rompe con la tradición estilística de Citroën, pero tiene clase y personalidad. Y supone un paso adelante en poder de seducción, que se completa con una calidad de elaboración notable, como muestran las discretas separaciones entre las piezas. El C5 añade una buena aerodinámica (CX: 0,30) y, aunque aplica el aluminio en el capó delantero y la suspensión, pesa unos 80 kilos más que el C5 anterior. Siete motores, cuatro turbodiésel El interior es más amplio y está mucho mejor presentado e insonorizado (ver recuadro derecho). Y tiene unas suspensiones eficaces con un confort sobresaliente. La gama incluye siete motores, tres de gasolina y cuatro turbodiésel (ver ficha). Los 1.8 de gasolina y 1.6 HDi llevan cambio manual de cinco marchas; el 2.2 HDi, uno de seis, y los dos V6, un automático-secuencial de seis. El 2.0 HDI se vende con los dos, y el 2.0 gasolina, sólo con un automático de cuatro. Los equipamientos definitivos para España no están definidos, pero todos incluirán de serie al menos siete airbags, ESP, climatizador, radio-CD y otros detalles.
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  • Diario El País S.L.
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  • La revolución alemana de Citroën
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