PropertyValue
opmo:account
opmo:content
  • El viejo adagio pedagógico de aprender disfrutando se concreta de la forma más insólita y en un lugar inesperado: la localidad holandesa de Oegstgeest (pronúnciese ujstjeist), situada entre Amsterdam (a 35 kilómetros) y La Haya. Allí se alza desde marzo un nuevo museo de la ciencia que hace honor a su nombre, CORPUS, escrito así, en mayúsculas. Su exterior tiene forma de imponente figura humana sentada de 35 metros de altura, unida a un edificio de cristal de siete pisos. Creado por el empresario holandés Harry Remmers con apoyo del Ministerio de Sanidad, el viaje que propone por dentro, a través de rutas de fibra de vidrio pintadas en vivos colores, combina el ingenio de los efectos especiales y la divulgación científica aplicada a la exploración del cuerpo humano. El recorrido empieza en la rodilla y culmina 50 minutos después en el cerebro. Pensado para alentar una vida sana, ocho años es la edad ideal para adentrarse en esta aventura corporal. En ese momento, los niños empiezan a vislumbrar que la asignatura de ciencias naturales forma parte de su vida cotidiana, y pueden absorber las ventajas del respeto por el entorno. Que el objetivo tiene visos de cumplirse, y en un ambiente lúdico, lo demuestran los comentarios de los más pequeños nada más introducirse en el gigante sedente por su rodilla. "Mamá, mira, estamos en la pierna del señor muñeco", decía una niña mientras subía por una escalera mecánica para contemplar, de inmediato, la reacción de la piel ante la agresión de una astilla clavada en la misma. A partir de ahí, y provisto el viajero del teléfono móvil con auriculares que guía el recorrido en nueve lenguas (entre ellas el español), el cuerpo entra en acción. Los visitantes se convierten entonces en pasajeros de una suerte de viaje alucinante con escalas en la fabricación de células blancas en la médula; el paso de la sangre por oscuros corredores de arterias de tamaño natural, y hasta los estornudos provocados por el polen. Siguiendo el paseo, que se acompaña de apartados informativos sobre cada sección corporal, en el denominado Teatro del Útero muestran a continuación una película con efecto en tres dimensiones (3D). Dedicada a la fecundación, es un momento solemne a la vez que trepidante, con un óvulo rodeado por una constelación de espermatozoides del que sale vencedor el mejor acróbata. El viaje continúa, y al llegar al estómago, la digestión de un pedazo de queso es una aventura que empieza con los ácidos gástricos y concluye con el sonido de la cisterna del inodoro. En el corazón, por otra parte, el efecto realista se supera a sí mismo. El asiento desde donde se sigue la carrera de las plaquetas en 3D por el cuerpo se mueve al ritmo de los latidos. A la altura de la boca, por cuyo interior se puede pasear flanqueado por los dientes, el suelo es la lengua, fabricada en caucho rugoso y rojizo. Al final del periplo, arriba, en el cerebro, el trabajo de las neuronas ilumina una especie de bóveda parecida a un planetario personal. Una vez allí, CORPUS ofrece un centro interactivo de información médica pensada para pequeños y mayores, donde poder consultar dudas y preguntas.
sioc:created_at
  • 20080628
is opmo:effect of
sioc:has_creator
opmopviajero:language
  • es
geo:location
opmopviajero:longit
  • 656
opmopviajero:longitMeasure
  • word
opmopviajero:page
  • 22
opmo:pname
  • http://elviajero.elpais.com/articulo/20080628elpviavje_12/Tes (xsd:anyURI)
opmopviajero:refersTo
opmopviajero:subtitle
  • CORPUS, centro dedicado a la anatomía, explora muy cerca de Amsterdam los secretos del organismo y enseña a llevar una vida sana
sioc:title
  • Un museo de cuerpo entero
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all