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  • Aarhus es un secreto bien guardado, un apacible rincón en el noreste de Dinamarca un poco más grande que Toledo. Y muy agradecido. El mejor transporte para llegar a esta urbe de la costa de Jutlandia es el avión. Lo más barato es volar a Billund, a 90 minutos en autobús (unos 25 euros por trayecto) de Aarhus. La aerolínea de bajo coste Ryanair (www.ryanair.es) ofrece vuelos por 42,40 euros (precio final) ida y vuelta (durante el invierno sólo operan desde Girona y Alicante; consultar más adelante puntos de salida para primavera y verano). 22.00 Cena de arenques A las 21.40, el autobús para en un parque frente a la estación de tren, en pleno centro de Aarhus. Tras dejar la maleta en el hotel, el hambre guía los pasos hasta el exquisito restaurante Substans (1) (Frederiksgade, 74, www.restaurantsubstans.dk; 0045 86 23 04 01). Entre sus paredes blancas y su mobiliario futurista se degustan platos como el arenque marinado con rábano y yema de huevo (el precio medio por persona es de 45 euros). La alternativa económica (unos 20 euros) está en Jacob's barBQ (2) (Vestergade, 3; www.jacobsbarbq.dk; 0045 87 32 24 20) o The Gyngen (3) (Mejlgade, 53; www.gyngen.dk; 0045 86 19 22 55). En ninguno de los tres se atraganta la cena: la mayoría de los restaurantes daneses cierran tarde, a medianoche. 9.00 Compras sobre dos ruedas Un desayuno tradicional incluye pan negro, salami, paté y quesos daneses como el Havarti Creamy (cremoso) o el Saga Blue (un azul muy suave). Tras el banquete, arranca la visita. Lo primero que impresiona es el silencio. Aquí casi no hay coches; la reina es la bicicleta. Para no desentonar, conviene hacerse con una. De mayo a octubre son gratis (www.aarhusbycykel.dk/index_eng.html). También se pueden alquilar (www.bikes4rent.dk; 0045 20 26 10 20. 10 euros por día). El pedaleo empieza en la arteria comercial de Aarhus. La peatonal Strøget (4) (nombre bajo el que se conoce el eje de calles Sankt Clements Torv-Sondergade-Ryesgade) concentra en menos de un kilómetro decenas de tiendas. Desde la exclusiva Salling (Søndergade, 27; www.salling.dk), con marcas escandinavas como Cheap Monday o Cheapo, hasta la asequible H&M (Søndergade, 41). El torrente de comercios se cruza con el puente Clemens Bro. Debajo, decenas de locales (con terrazas cuando el tiempo lo permite) invitan a sentarse. Es Aboulevarden - (5), el paseo del canal. No hay escaleras para bajar. Para llegar hasta allí hay que girar a la izquierda por Immervard y descender por la calle que se abre a la derecha. Designertorve (6) (Aaboulevarden, 84) es el templo del ingenio: artículos como un bote para lapiceros en forma de cabeza (los lápices forman una cresta punki). También merece la pena pasarse por Bo Bendixen (7) (Store Torv, 14; www.bobendixen.dk), del diseñador danés del mismo nombre. Sus infantiles camisetas de barcos vikingos o jirafas son una delicia pop. El corazón vintage no está muy lejos: a diez minutos, en el barrio latino, los escaparates de Dengang (8) (Graven, 24) o de Fisk (Sønder Allé, 12) atraen con vestidos de los sesenta, setenta y ochenta. 11.30 La calle del molino Un tejado de cobre oxidado llama la atención. Pertenece a la Frue Kirkeplads (9), la iglesia de Nuestra Señora (www.aarhusvorfrue.dk), cuya cripta es de las más antiguas de Escandinavia. El rincón más pintoresco de Aarhus está a tiro de piedra: basta con subir por la calle Vestergade (a la salida del templo), seguir por Grønnegade y desembocar en Møllestien (10) (la calle del molino, en danés). Convence su camino adoquinado, sus rosas y sus casitas de madera. Las residencias del siglo XVIII parecen de juguete. Los números 49 y 51, por ejemplo, miden sólo 40 metros cuadrados. Tanto pedaleo agota. Para recobrar fuerzas, se recala en Anettes Sandwich (11) (Vestergade, 53; www.anettessandwich.dk), un típico café danés. La camarera recomienda un bocadillo de pan negro con salmón noruego, eneldo y cebollas rojas (cuesta unos 5,30 euros). 16.30 Videoarte y una Carlsberg Con las pilas recargadas se llega en un pispás a Aros - (12) - , el Museo de Arte Contemporáneo (Aros Alle, 2; 0045 87 30 66 00; www.aros.dk. 12 euros; menores de 18, gratis. De martes a domingo, de 10.00 a 17.00; miércoles, hasta las 22.00). El centro es uno de los más grandes de Europa (17.000 metros cuadrados). Hasta el 31 de diciembre, la exposición 9 Spaces invita a perderse por nueve habitaciones. Cada una alberga la obra de un videoartista: el neoyorquino Tony Oursler y sus sarcásticas reflexiones sobre el arte, las arquitecturales proyecciones de luz de James Turrell, las inquietantes creaciones de Bill Viola, los sensuales vídeos de Pipilotti Rist, la mezcla de tópicos contemporáneos del joven Olaf Breuning, la dicotomía entre naturaleza y tecnología del danés-islandés Olafur Eliasson, y el dulce exotismo de la japonesa Mariko Mori. También merece la pena echar un vistazo a la colección permanente (desde 1770 hasta ahora), con piezas de Bill Viola, James Turrell o Miwa Yanagi. Al lado, la Musikhuset (13), la Casa de la Música (Thomas Jensens Alle, 2; 0045 89 40 90 00; www.musikhusetaarhus.dk), con sus 2.000 metros cuadrados de cristaleras, no deja indiferente. En su interior, un precioso auditorio de 1.588 asientos y cuatros salas de conciertos. 19.30 Hadas sobre la playa Se puede poner el broche a la jornada cultural en el Den Gamle By (14) (ciudad antigua en danés; Viborgverj, 2; 0045 86 12 31 88; www.dengamleby.dk. Adultos, 13,80 euros; estudiantes, 6,90). El primer museo al aire libre del mundo parece sacado de un cuento de Hans Christian Andersen: casitas blancas y negras del siglo XIX (fueron trasladadas piedra a piedra desde distintas ciudades de Dinamarca), pozos, juguetes antiguos... Un simpático danés nos recomienda que visitemos la bahía de Aarhus (15). Entre la costa y el bosque Riis Skov - (16), donde seguro viven las hadas, surge un camino que los daneses recorren en bicicleta. En verano, aquí todo el mundo se atreve con el chapuzón. 23.00 Farra en un barco La juerga está asegurada. En Aarhus, capital universitaria del país, viven más de 400.000 estudiantes. Casi todos los jóvenes tocan un instrumento. Los amantes de la música indie disfrutarán con los directos del Voxhall (17) (Vester Alle, 15; www.voxhall.dk; 0045 87 30 97 97). Los aficionados al jazz y al soul pueden optar por el Fatter Eskil (18) (Skolegade, 25; www.fattereskil.dk; 0045 86 19 44 11). La juerga discotequera está en Ziggy Sidewalk (19) (Aaboulevarden, 56-58; 0045 86 18 18 66), con su techno arrollador, o en Broen (20) (Nordhavnsgade, 8; www.mf-broen.dk; 0045 86 13 14 29), un barco-discoteca con cinco ambientes, nueve barras y cinco pistas de baile.
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  • Montajes de videoartistas como Pipilotti Rist o Bill Viola, tiendas de objetos de diseño y tentempiés de salmón. Así de seductora es Aarhus, en la costa noreste de Dinamarca
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  • Electrizante Jutlandia
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