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El actor barcelonés Josep Linuesa, que interviene en la serie Sin tetas no hay paraíso (Telecinco), se plantó en Buenos Aires durante las Navidades de hace un par de años. Cuando se acercaba la Nochevieja, le propusieron viajar 400 kilómetros al sur, a un lugar de dunas, pinares y playas inmensas: Villa Gesell.
No suena muy argentino.
Se llama así por un alemán, de apellido Gesell. Llegó cuando no había nada. Es una región abierta al mar. Con mucho viento. Así que Gesell plantó pinos para protegerse de la arena que se levantaba. Ahora es la típica zona de chalés de veraneo, playa y pinares.
Un tipo ingenioso, este Gesell.
Increíble. Visité su antigua casa allí. Tenía cuatro puertas, una por cada pared, así podía salir a la calle siempre por el lado del que no soplara el viento.
¿Tan mal estaba la cosa?
Qué va. Era verano y hacía un sol impresionante. Y el sitio es precioso; hay tanta playa y tan poca gente que puedes dejar el coche a dos metros del agua.
Y la Nochevieja ¿qué tal?
Lo mejor fue la parrillada. Es lo tradicional para despedir el año. Montan lo que llaman un quincho, una parrilla enorme, y venga a asar carne. La gente, mientras, va preparando los petardos.
¿Petardos?
La Nochevieja para ellos es como san Juan. Cuando dan las 12, en lugar de tomar uvas, todos salen a lanzar cohetes y petardos.
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