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  • Granada acaba de estrenar nuevas instalaciones en el ambicioso Parque de las Ciencias (1) (avenida de la Ciencia, s/n. 958 13 19 00; www.parqueciencias.com. Abierto de martes a sábado, de 10.00 a 19.00. Domingos, de 10.00 a 15.00. Entrada: 5,50 euros; menores de 18 años y mayores de 65: 4 euros). El Macroscopio -cinco pabellones de 35.000 metros cuadrados- es la excusa perfecta para perderse por la ciudad de la Alhambra. El museo ha programado exposiciones temporales en dos de las salas inauguradas el pasado 3 de noviembre. Compensa admirar Antártida, estación polar (hasta el 31 de mayo de 2009), una de las mayores exposiciones realizadas en Europa sobre el continente helado, y Autómatas. Arte y mecánica, con obras del artista cinético Norman Tuck (hasta el 28 de febrero de 2009). Y es que Granada no es sólo islámica: también es científica; blanca sultana (el Albaicín), señorona (la Gran Vía de Colón), romántica (río Darro) y, claro, juerguista... en cualquier esquina. 10.00 Gran Vía futurista Lo mejor para medir el pulso de la ciudad andaluza es llegar en tren. Después de ver los mares de olivos jienenses y salir de la estación, la ciudad propina una bofetada estética al viajero: la remozada avenida de la Constitución (2), con su bulevar y el empinado parque del Triunfo. A buen ritmo, se desemboca en la Gran Vía de Colón en un pispás. Sus nuevas farolas de apliques cúbicos, casi futuristas, recuerdan a adornos navideños. Pero no: el mobiliario urbano convive con los elegantes edificios decimonónicos durante todo el año. 10.45 De compras en el zoco Uno puede acercarse a esquiar y hacer snowboard en Sierra Nevada, pero con tan sólo 24 horas para caminar, sentarse, tapear y mirar, no da tiempo. El viajero tendrá que conformarse con las espectaculares vistas del Mulhacén, ese techo de la Península. Aquí arranca el espectáculo de callejuelas. Lo mejor es perderse y tropezar con calles como Oficios o Zacatín. Alcaicería (3) es imprescindible. Era el eje del mercado de la seda, incendiado en 1843 y reconstruido en estilo neomudéjar más tarde. Los arcos de herradura y los tenderetes con pañuelos o camisolas recuerdan a Marruecos. No comprar incienso sería un delito. El ajetreo sigue en la resultona plaza de Bib-Rambla. 12.00 El tapeo, ese arte ¿Una cerveza? Pues sí, y con tapa gratis, como en toda la ciudad. La Antigualla (4)(Elvira, s/n) es un buen sitio. Invitan a una tapa de rosca (trozo de pan con agujerito y filete de lomo con roquefort, hamburguesa, flamenquín...). En Granada, el tapeo es deporte local. Y bien barato sale. Los discos y las camisetas originales de Marcapasos (5)(Duquesa, 5; 958 28 32 56) también salen bien de precio. Para bajar el picoteo se recorren las teterías morunas de las calles Calderería Vieja y Calderería Nueva. 14.00 Con Isabel y Fernando Los turistas y universitarios están por todas partes. Si se acaba tarumba con tanta concurrencia, se puede correr al interior de la catedral (6), del siglo XVI, y relajarse con el fresco. Fuera se encuentra la capilla real (Oficios, s/n. 958 22 78 48; www.capillarealgranada.com. De lunes a sábado, de 10.15 a 13.30 y de 16.00 a 19.30. Domingos y festivos, de 11.00 a 13.30 y de 15.30 a 19.30. Entrada, 3,50 euros), donde están enterrados los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, que en 1492 concluyeron aquí la Reconquista y expulsaron a los árabes junto con el rey Boabdil. La ruta monumental prosigue en la plaza Nueva y en la de Santa Ana, con la iglesia de San Gil y Santa Ana. El templo de Santa Ana, junto a la ribera del río Darro, es uno de los más famosos. Aquí también se alza la Real Chancillería (7)un edificio renacentista de la Granada de Carlos V, que alberga el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Deprisa, la Alhambra espera. Se sube por la cuesta de Gomérez, una calle que, poco a poco, se convierte en un parque frondoso con fuentes. 16.00 La fortaleza mundial Y ahí está la fortaleza roja, la Alhambra (8), patrimonio de la humanidad por las catervas de turistas. Dividida en dos zonas: la alcazaba, o zona militar, y la medina, con los palacios nazaríes. Frente a la Alhambra, y rodeado de huertas y jardines, se alza el Generalife (9). El rey Alhamar empezó a construir la Alhambra en el siglo XIII. Mapa en mano, se marcan las paradas obligatorias: las salas de los Embajadores, de las Dos Hermanas y de los Abencerrajes, además del patio de los Leones, la puerta de la Justicia y el renacentista palacio de Carlos V (10). Hay que dejarse llevar por el chasqueo del agua y la rica ornamentación. ¿Qué sentiría Washington Irving, el novelista de Cuentos de la Alhambra? 18.00 Un atardecer morisco La siguiente parada es el paseo de los Tristes (oficialmente, carrera del Darro), siempre animado. El ajetreo tienta a otra cervecita. Uno de los bares más famosos es La Bella y la Bestia (11) (carrera del Darro, 37), siempre a reventar. A ver qué tapa toca. Momento para explorar el Albaicín, patrimonio de la humanidad, que encierra el embrujo andalusí en sus jazmines y su laberinto de cuestas empedradas. El mirador de San Nicolás (12) ofrece las mejores vistas del atardecer con la Alhambra enfrente y la ciudad acostada. Justo al lado está el Sacromonte, reducto del flamenco más espontáneo. Para saber qué es el duende, toca acercarse a una de estas cuevas excavadas en la roca, como la de María la Canastera (13)(camino del Sacromonte, 958 12 11 83). Palmeo de fuego y zapateo dadaísta. Para volver a la vida real se trepa al autobús 32, en dirección a la plaza Nueva. 23.15 Cóctel de historia y música Buena hora para descubrir otro barrio con solera, el Realejo, arrabal judío. Y más cuestas. Aquí está el bar Candela (14) (Panaderas, 9), vinos andaluces, cervezas económicas y más tapas hasta la medianoche. Así se hace cuerpo para lo que está por llegar. En la meca de bandas como Lagartija Nick, Los Planetas y Lori Meyers, las músicas indie y rock son sagradas. Los pubs Ruido Rosa (Sol, 10) y Peatón (Sócrates, 27) son buenas opciones. El destino final para los devotos del pop independiente es Sugar Pop (15)(Gran Capitán, 25. Entrada: 5 euros con copa o dos cervezas). Y a bailar hasta las tantas. Trasnochar es la esencia de Granada.
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  • El Parque de las Ciencias pone a Granada en la órbita del turismo lúdico-científico. La universitaria ciudad de la Alhambra invita a disfrutar de la caña y la tapita de rigor. Embrujo 'indie' hasta el amanecer
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  • Electrizantes novedades
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