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Una aventura perfecta en los Pirineos, una escapada romántica en la Costa Dorada o un fin de semana enogastronómico en Girona. Todo muy cuidado, pero en un formato minúsculo. Ésa es la propuesta del sello Petits Grans Hotels de Catalunya, que con su selección de hoteles independientes aboga por la alta calidad en establecimientos de corte íntimo y con pocas habitaciones.
"Son lugares pequeños (no superan las 15 habitaciones) y de trato familiar. Y aunque no son físicamente grandes, el servicio y el entorno los hacen enormes", explica Martí Sabriá, director del grupo. Los 38 establecimientos catalanes incluidos en la marca tienen en común estas características de las que habla. Además, todos se encuentran situados en enclaves de particular belleza, ya sea por su tranquilidad, sus paisajes o su historia. La mayoría de los alojamientos sientan sus cimientos sobre edificios singulares como masías o palacios que han sido rehabilitados. A esto se suma la posibilidad de contratar actividades complementarias, desde senderismo, tratamientos de belleza o salud hasta gastronomía, ecoturismo o golf.
Como indica Sabriá, hasta ahora estos establecimientos han sido pequeños secretos transmitidos a través del boca a boca. El objetivo del sello es ahora darlos a conocer a un público más amplio.
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