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  • Ahora que hay crisis es cuando más se valoran iniciativas como la surgida hace un lustro de extender por las grandes capitales españolas una red de hostales al gusto contemporáneo, ése que subyace bajo la etiqueta de cool. O chic & basic... Ya hay uno en Madrid (el Colors) y dos en Barcelona (el Born y el Tallers). Este último se sitúa en la calle del mismo nombre, cerca de las Ramblas y la plaza de Catalunya. Su carácter cosmopolita salta a la vista en el instante mismo de traspasar el umbral que separa el viejo ascensor de vecindad y el largo pasillo que lleva al salón multiusos del hostal, donde se registran los huéspedes, se toman los desayunos, se navega vía wi-fi, se lee el periódico del día y se sirve uno el tentempié enfriado en el interior de una nevera Smeg que ni pintada para este chocante espacio convivencial. Stephan, un alemán bien afincado en la capital catalana, se presenta enseguida como el factótum del hostal. La propuesta seduce a un público joven ávido de tendencias para la experiencia y de una cama a precio de mileurista; no en vano, se volverán a casa en un vuelo low cost después de anotar en su cuaderno de diseño la última exposición del Macba. Inicialmente se entregan cuatro llaves: la que abre el portal, la del rellano de entrada, la de la planta correspondiente a la habitación y la del propio dormitorio. El manojo contrasta por su vulgaridad entre tanto artificio disseny. Paredes de un blanco impoluto, al igual que los suelos... Atribución minimalista de los espacios, como esos percheros atravesados junto a las camas... Taburetes de asientos transparentes... Lámparas de cristal chisporroteante... Lencería, la justa, blanca blanquísima... La única nota de color permitida por la interiorista Silvia Prada es la puerta corredera entre la ducha y el excusado, de rabioso naranja, así como el lavabo de PVC azul opalino. Dimensiones mínimas Algunos dormitorios residen en la planta primera -la misma de recepción-, mientras que la mayoría queda en la segunda. Son minimalistas en la decoración y mínimos en sus dimensiones, ya que apenas caben una cama doble y una mesita de noche. La base iPod anunciada no existe, pero sí una pantalla LCD con el canal Chic & Basic programado por el director musical de la cadena, Toni Rox. La iluminación ambiental es efectista gracias a un cabecero de linestras azules y un par de focos de lectura que se accionan al tacto. Alta tecnología vuelta a un siglo atrás al abrir el ventanuco de ventilación -en las de interior- y encontrarse un patio de vecindad muy destartalado. A la mañana siguiente, concilio internacional en el desayuno, de estricto autoservicio. En la Smeg, zumos imbebibles. En los tarros, pastas, magdalenas y muesli. En la cocina, café de Nespresso. El paisaje cambia por horas de color y de idiomas. Eso sí, en el lenguaje universal de los signos se inquiere a la clientela a recoger las mesas y depositar luego los platos en el lavavajillas. ¿Oído, cocina?
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  • 20090418
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  • CHIC & BASIC TALLERS, un hostal cosmopolita y de 'disseny' en el centro de Barcelona
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  • De blanco nuclear
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