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  • Paco León (Sevilla, 1974), ese actor al que España le ríe las gracias en la serie Aída, llega corriendo. Casi entero vestido de negro, hiperactivo, se dirige hacia unas callecitas de Madrid con adoquines nuevos, entre Alonso Martínez y el meollo jaranero de Chueca. "Éste es mi zigzag personal", alega. "Parece Palermo, en Buenos Aires, o Covent Garden, en Londres". La descubrió hace poco, porque un amigo representa una obra en un teatro cercano. En este zigzag, Paco León se viste, se relaja, decora su casa y se pone tibio. Todo, con un aire trendy. 01 Empollar con café El cuerpo le pide cafeína en vena. Magasand (travesía de San Mateo, 16; 913 19 68 25), dice, es el sitio. Dos plantas, una mesa larga con flexos, sofás, un reloj enorme y revistas como Monocle, Wallpaper, Dazed & Confused, Vice, Pop, Frame o Pin-Up. El antojo se le olvida nada más poner el pie en el local, y pide un sándwich de jamón y queso con trufa y un smoothie de manzana. Se lo sirven en una canasta. Es la segunda vez que hoy entra aquí. "He estado esta mañana empollando guiones con el ordenador". También le gusta hojear las revistas de tendencias, difíciles de encontrar, que están a su espalda. Y enumera: "Cafelito, zumo, sándwiches, ensaladas, cremas... Hay hasta sopita del día rica". Paco mira a la pared: "Tiene un rollo como de Noruega. Hace poco no existían sitios así en Madrid. Antes los bares eran guarros y de torreznos". Cuando mastica, habla. Cuando no habla, devora. Termina y baja la canasta: "Es que mi madre me enseñó muy bien". 02 "Me quiero llevar algo" Los colores llenan el espacio blanco. En Lisa Corti (travesía de Belén, 2; 913 10 05 26) se respira una alegría contenida. Se vende ropa de hogar con estampados pintados a mano. Diseño italiano y fino. "Todo es muy original", remacha el actor. "Yo no sabía nada de telas y es un mundo por descubrir. ¿Habéis visto todas esas colchas? Son maravillosas". Y se va flechado para ellas. El dependiente se acuerda de él: "Compraste una vez unos cojines". Paco no hace más que dar vueltas por la tienda. "Yo me quiero llevar algo. Tenías unos rulos muy grandes". No, no, ahora se acuerda de otra cosa: "¿Tienes colchitas para niños?". Sí, y son todas reversibles. Cuestan 70 euros. "Esta blanca y amarilla, que es más flamenca". Se la lleva. "La bolsa es lo mejor. Eso ponlo", se vuelve Paco. Nada de plástico corriente. Aquí las bolsas son de telas tan cuidadas como el género que se vende. 03 Decorar a lo absurdo Una cebra a tamaño real. Un cerdo bien criado. Unas gafas de aviador. Una jaula gigante. Paco León reconoce que se va siempre por lo más absurdo. Esto es Colección Privada (calle de Belén, 11; 913 19 57 62), una tienda de antigüedades y piezas de colección donde hay poco espacio vacío. Paco se coloca las gafas que ha visto. Cuestan 250 euros. "Dame un disfraz y un postizo, que me lo pongo todo". Se entretiene mirando objetos de latón, como un Cadillac, y se le suelta la lengua: "Soy mucho de anticuarios y del Rastro. De repente me estoy culturizando con el diseño de muebles. Me gustan los antiguos y el mobiliario auxiliar. Huy, mira". Se fija en un sillón con reposapiés. "Es muy caro", se asusta. Cuesta 3.800 euros. Dice que le gusta mezclar los muebles con obras de arte. Se fija en piezas de porcelana ("antes me parecía algo de abuelas") y en una cabeza de león que será algo así como un joyero. Se va sin nada. 04 Ese punto rockero Suena la música instrumental de Max Richter y uno se deja llevar. Oak (calle de Belén, 7; 917 02 14 01) está a punto de cerrar por hoy. Aquí se vende ropa de hombre y de mujer que el dueño compra en ferias y showrooms de Bélgica, Francia, Italia y Estados Unidos. En Oak, Paco le compró un regalo a Ana Polvorosa, la actriz que interpreta a la Lore en Aída. Un conjunto de braguita y sujetador de encajes. Lo último que el actor se llevó para él fue una camiseta de punto. "Son cosas muy especiales, por la marca o por los tejidos". ¿Y cuál es su estilo? "No soy muy extravagante en colores. Me gustan las líneas muy definidas, los cortes muy estructurados, porque soy muy flaco. Y que todo tenga un punto rockero y elegante". No ha terminado la frase y ya está tocando una americana y una maleta de piel marrón. Paco, que te desmadras. Confiesa su manía: "Toco cada percha, cada prenda. Soy así de pesao". 05 Hamburguesas "Este es el sitio perfecto para terminar una tarde de compras", anuncia Paco. Entrar en Peggy Sue (es una cadena, pero éste es el de la calle de Belén, 5; 913 08 30 93) es como estar en la película Grease. Todo es rosa, kitsch, retro. Es un diner al estilo estadounidense cuya filosofía es: muerte a la comida enlatada y congelada. Ellos tienen hamburguesas con fama de ricas, brownies y otros postres, y una jukebox de verdad donde elegir canciones. No hay tupés con gomina, sino modernos zampando como si no hubiera un mañana. "Esto es la cerdada. Ponerte hasta arriba de batido de chocolate de litro y medio. Está muy conseguido el ambiente rockabilly. No soy de comer a diario aquí, pero un día es un día y el homenaje está bien. Yo soy más de cuchareo". Dice que come, pero que no engorda ni a la de tres. Con la energía que quema, uf, complicado.
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  • El actor de 'Aída' no para. Se prueba gafas, toca chaquetas, compra una colcha. Una tarde hiperactiva por el centro de Madrid
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  • El Luisma se va a Belén
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