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No fueron vacaciones, ni un viaje de trabajo al uso, pero fue inolvidable", cuenta el actor bilbaíno Adolfo Fernández -que ayer estrenó el filme Cruzando el límite y hasta el 28 de noviembre dirige e interpreta la obra 19:30 en las naves del Matadero de Madrid- al recordar su visita a Sarajevo a mediados de los noventa.
¿Qué le llevó a Bosnia?
El rodaje de Territorio comanche en 1996. La guerra había acabado. Teóricamente. Aunque de vez en cuando se escuchaba algún tiro.
Cuénteme alguna anécdota.
El momento más divertido sucedió antes de llegar. Fuimos desde Zagreb en coche y antes de llegar pasamos un control de diez soldados que pidieron ver el maletero. No podían abrirlo por el tema de los explosivos, así que primero metían la mano y palpaban. Y para asombro de todos, ¡el soldado sacó la mano cubierta de sangre!
¿¡Qué!?
Lo siguiente que escuchamos fue el sonido de las armas apuntándonos.
¿De dónde salió la sangre?
¡Era sangre de mentira para la película!
¿No ha regresado a Sarajevo?
No, y me encantaría. Me gustaría, por ejemplo, disfrutar de las maravillosas vistas de la ciudad desde las colinas. Dicen que ahora está estupenda. Lonely Planet la ha colocado en su top ten de destinos en 2010.
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