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  • Silencio, se duerme. No muy lejos del teatro Victoria Eugenia, sede del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, se rueda, se proyecta y después se duerme. El emblemático cine Astoria, perenne en el imaginario colectivo de la ciudad, se ha convertido en un hotel rodeado de toda esa imaginería glamurosa del séptimo arte. Joaquín Zubiría estuvo al mando de la arquitectura, y Luisa López Tellería, de la decoración interior. Finos ambos en su propuesta, comedidos en la recreación tecnicolor de los espacios, involucrados de pleno en la mítica del celuloide... Sus 102 habitaciones han sido diseñadas en homenaje a los actores y directores que han recalado en alguna de las 58 ediciones del certamen donostiarra: Bette Davis, Clark Gable, Rita Hayworth, Julie Andrews, Liz Taylor, Audrey Hepburn, Sean Penn, Meryl Streep, Glenn Close, Angelica Houston, Dennis Hopper, Julia Roberts y un largo etcétera que se recuerda en las paredes del vestíbulo recepción, en los pasillos que conducen a los dormitorios y en las cabeceras de las camas, modeladas con una foto mural del artista en cuestión junto a una biografía suya. Evocaciones aparte, prima en ellas una estética urbana y colorista, con suelos de tarima, paredes lisas, edredones nórdicos, wifi gratuito y televisores LCD de 32 pulgadas, por si llega la tentación de ver una peli entre los cientos que se pueden solicitar en recepción. Una foto con Hitchcock Bajo una aureola de suspense, la estrella más rutilante del hotel tiene su efigie sedente en un lugar principal del vestíbulo al que conduce, por supuesto, una alfombra roja: es Alfred Hitchcock, el juguete predilecto de la clientela, siempre dispuesta a hacerse una foto en su regazo. A un lado se abre el salón de estar y la biblioteca, atiborrada de revistas, opúsculos y libros sobre arte y diseño, junto a dos pantallas con acceso libre a Internet y un retrato soberano de la Taylor. Más al fondo se enlaza con el restaurante del hotel, atendido por un servicio amable, omnipresente y conocedor del oficio que dirige Guillaume Fontagné. Sin alardes de cocina, con tres menús temáticos -corto, medio y largometraje-, tanto los desayunos como las comidas saldan lo básico que cabría esperar de un hotel temático y urbano para nómadas globales. Esto es, que a San Sebastián no le faltan buenos comedores donde deleitarse y saciarse. Empezando por el mítico Arzak, que recibió en cierta ocasión la visita de un acólito del Astoria para despacharse a gusto y con el mayor desparpajo... ¡dos huevos fritos y un tinto de crianza! El personaje se llamaba Woody Allen.
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  • Diario El País S.L.
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  • ASTORIA 7, un hotel de película en San Sebastián
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  • Silencio, se rueda
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