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  • Año tras año, este molino hidráulico del siglo XV reconvertido en hotelito con encanto por la familia Moreno -Juan, Toñi, Samuel y Blanca- en las proximidades de Sigüenza gana la madurez imprescindible para pertenecer al elenco de los relais & châteaux españoles. Su carácter hogareño y sosegado, la imagen rústica y natural de sus instalaciones, el afán innovador de sus dueños premian al visitante desde que hace sonar el cencerro en la entrada. Lo recibe un jardín bien acendrado en el que se distinguen dos edificaciones contiguas, un cenador de verano, una piscina central amparada por dos grandes tinajas y... ¿qué es lo que se percibe ahí al fondo? Acerquémonos. Es un carromato de madera que el hotel ha adquirido durante seis meses al sello de calidad Rusticae como parte de una promoción titulada La suite viajera y ecosostenible. La propuesta es sugerente, más por sus mimbres ecológicos que por su aspecto ferial. Los hoteles del futuro tendrán que ser más sostenibles en su arquitectura, en su gestión, en su impacto visual, sensorial y social. Ninguno escapará al requerimiento de una mayor sensibilidad económica, ecológica y espiritual por parte de los nuevos viajeros nativos digitales. En este caso, no vemos mucha innovación en su interior: la distribución de los espacios es convencional. Algo menos lo es el lenguaje estético, a cargo del rutilante diseñador Tomás Alía. La ducha es estrecha. El lavabo no tiene repisa, ni portarrollos. Y no debe descartarse que alguien padezca cierta claustrofobia a causa del sacrificio de ventanas. ¿Ecosostenible? Tal vez en Alicante. Desde luego, en la provincia de Guadalajara, en invierno, el aparato de aire acondicionado gasta kilovatios sin talento durante toda la noche. El ahorro energético se produce, es verdad, a la hora de ducharse: apenas un chorrito, y gélido al inicio. Lo más vistoso es el Armario de las Experiencias, concepto que toma prestado de los camarotes náuticos, con sus variados cajones: La Hora del Té, La Hora del Baño, La Hora del Paseo, La Hora de la Lectura, La Hora del Cóctel... Porque sostenible, más que la suite, es la cocina que nos espera después del cóctel en el Molino de Alcuneza. Samuel en los fogones, Blanca en la sala. Van apareciendo las suculencias, en la cena y especialmente en el desayuno: chupito de fruta licuada, mermeladas artesanas, aceite de oliva virgen extra, huevos al gusto, tabla de embutidos ibéricos, pan de hogaza, minibollería casera-casera y una taza (o dos) de café Nespresso. Como para no sostenerse en pie...
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  • Molino de Alcuneza y la 'suite viajera' de Rusticae en Sigüenza
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  • Desayuno inolvidable
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