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Maya Hansen, que la semana pasada desfiló con su colección de corsés en Cibeles, lleva siete años acudiendo al festival Wave Gotik Treffen de Leipzig. En la ciudad del este de Alemania la diseñadora, que cuenta entre su clientela con Lady Gaga, busca inspiración.
¿Qué le atrae de la cita?
Se celebra desde 1992 y es muy impresionante. Una vez, nada más llegar a la ciudad, nos metimos con la furgoneta por una calle y nos recibió una masa de gente vestida íntegramente de negro, con pelucas, tacones... Parecía un macroentierro festivo; era de película.
Qué tétrico.
¡Al contrario! El encuentro se realiza a finales de mayo, hace una temperatura muy agradable y toda la ciudad tiene mucho movimiento. Vienen cerca de 150 bandas a tocar que atraen a unos 30.000 góticos de Europa y de todas las subculturas de la tribu.
¿Cuáles son?
Algunos, como los cyber, se colocan leds en la cabeza; los steampunk se visten con un estilismo del siglo XIX y llevan multitud de gadgets. En general, los góticos se interesan bastante por el mundo del arte y la cultura, eso hace que el encuentro sea muy interesante.
Y usted, ¿de qué tribu es?
No me identifico con ninguna, pero reconozco que esa estética me gusta y allí me visto acorde con el evento.
¿Con qué estilismo sorprendió la última vez?
Un ajustadísimo mono de vinilo rojo con una peluca fucsia. Por la mañana me fui a tomar un café en un bar junto al ayuntamiento renacentista con todo puesto. Nadie me miraba; era de lo más normal.
Claro, con tanto gótico alrededor.
La cita se celebra en el Agra Park, un parque de finales del XIX que no está en el centro. Fue proyectado como retiro estival para una familia noble, y durante la época de la República Democrática pasó a tener gestión pública. Ahora es una mezcla de Versalles con un parque comunista.
Perfecto para inspirarse.
Sí. A mí me aporta un montón de ideas.
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